La medicina es una profesión que debería ejercerse por verdadera vocación. Nada mejor que confiar tu salud en manos de alguien realmente comprometido con tu vida y bienestar. Un ejemplo de médicos entregados es la Pediatra Arveitta Edge, quien decidió hacer cambios radicales en su rutina para salvar la vida de unos pequeños.
La Dra. de Noble, Oklahoma, Estados Unidos, atiende a decenas de pacientes cada semana y con cada uno de ellos trata de simpatizar pero cuando conoció al pequeño DJ de 10 años se creó un vínculo más que especial.
El niño entró a la consulta con sus padres adoptivos, un par de ancianos que servían como hogar de acogida para él y su pequeña hermana de 7 años, Brianna. Edge simpatizó con los chicos y con su historia.
«Pensé: ‘Dios mío, es un niño tan dulce. Hubo un vínculo instantáneo, un clic instantáneo. Brianna, es increíblemente inteligente y tiene un sentido del humor grandioso», dijo Edge.
La adopción siempre había sido un tema sensible para la pediatra, así que no pudo evitar conmoverse en plena consulta y comentó a los padres de DJ sobre su intención de convertirse también en madre adoptiva de algún pequeño pero cuando llegara el momento.
El asunto parecía haber quedado hasta allí pero dos años después de esa visita, la pareja que tenía la custodia temporal de Brianna y DJ decidieron contactar a la pediatra nuevamente.
«Dos años después me contactaron. Recuerdo haber pensado: ‘Quieren que me lleve a esos niños’. Nos conocimos y eso fue todo. Cuando suceden cosas como esas, tienes que decir ‘Esto es algo de Dios’ y sí, lo hice'», recordó Edge.
Ahora la doctora se ha convertido en la madre legal de estos pequeños, después de que un juez anunciara la sentencia a través de una conferencia hecha por Zoom.
Debido a la pandemia los juicios están suspendidos, pero el bienestar de los niños no puede esperar, así que los gobiernos han buscado los modos de sacar los casos adelante.
Los antiguos padres de estos hermanitos abogaron ante el juzgado para que Edge se convirtiera en la nueva responsable de los niños y ahora los tres forman una hermosa familia.
«Nos tomó un momento hacer la transición, pero somos una familia. Soy su madre y ellos son mis bebés. Tenemos viernes de cine, noche de juegos los sábados, incluso somos voluntarios como familia», dijo Edge.
Esta pediatra jamás se imaginó convertirse en la madre de uno de sus pacientes pero cuando conoció la historia detrás de DJ no pudo negarse.
Edge no quería que el pequeño y su hermana fueran separados, pues sus padres de acogida ya no podrían continuar con sus cuidados. Por esa razón tomó la hermosa decisión y ha aprendido a adaptar su tiempo para atender a sus hijos que ahora tienen una madre y doctora para siempre.
Los gestos de solidaridad no pueden olvidarse y Edge ha tenido el mayor acto de amor. Comparte su historia y que su ejemplo contagie a otros pues hay tantos niños a la espera de un hogar.