La edad no define la madurez ni el impulso que pueda tener alguien para salir adelante en la vida y un joven de sólo 15 años lo ha demostrado con la entrañable historia de lealtad que comparte con su madre.
José podría estar entretenido en la escuela y pensando cómo pasar más tiempo con sus amigos, pero para él no hay oportunidad de eso, este chico tiene sobre sus hombros una gran responsabilidad que ha sabido llevar con el amor.
Doña Maria das Neves sufre de diabetes y su enfermedad se encuentra en un estado bastante avanzado que la ha dejado postrada en la cama, su hijo José es quien vela por ella y por su hija mayor que también está enferma.
«Comencé a perder peso y el movimiento corporal. No tengo fuerza en mis piernas y brazos. Sólo puedo comer con la ayuda de mi hijo José. Si no fuera por mi hijo, ya habría muerto, porque no tengo a nadie que me cuide», dijo la madre.
La humilde familia vive en una zona rural del municipio de Matinhas en Paraíba, Brasil.
José es quien se encarga de absolutamente todo en casa, el chico cocina, lava, limpia y atiende a su madre y su hermana Mariana da Silva, de 16 años, que tiene arritmia cardíaca y diabetes.
La ayuda que el gobierno otorga por la enfermedad de la joven es en único ingreso que la familia tiene para sobrevivir, ya que Doña Maria no cuenta con una jubilación.
En la casa de José no hay agua potable, así que el chico debe cargar agua hasta su hogar.
Para José su vida es realmente dura y a ratos se entristece por la situación, él quisiera ser abogado, pero no cuenta ni con el tiempo ni el dinero para estudiar. Este joven pasa gran parte del tiempo lavando las sabanas y ropa que su madre ensucia pero todo lo hace por amor, nadie más puede cuidar a su familia.
“Necesito cuidarlas, porque no tienen a nadie. Pero estoy triste porque no tengo amigos, no creo que les guste”, confesó.
La historia de esta familia llegó a las redes y un medio local decidió iniciar una campaña para ayudarlos. A pesar de tantas cosas negativas, aún hay muchas personas llenas de generosidad y en 24 horas el público se unió para cambiar la realidad de este chico y familia.
La campaña superó los R$ 248.464,13 (más de 46.300 $) en sólo un día y el asunto no se ha quedado hasta allí.
Con el dinero recaudado a la familia no le faltará más la comida y podrán mudarse a una vivienda mejor en la que Doña María reciba atención de una cuidadora especializada para recuperar su salud.
La madre podrá acceder a un tratamiento para atender su diabetes pero el más feliz de todos es el pequeño José. Otra gran noticia es que la Unifacisa Centro Universitário decidió otorgar una beca para que el chico tenga acceso a una carrera.
El pequeño deberá retomar sus estudios y después podrá ingresar y tomar la licenciatura en derecho. Estas son la clase de actos que nos inspiran a seguir apostando por la humanidad pero las cosas buenas no ocurren solas, esta ola de generosidad ha sido gracias a la difusión de este caso en las redes.
José renunció a su infancia por su madre, pero ahora miles de extraños quieren que él vuelva a soñar, comparte esta historia y continuemos haciendo posible una vida mejor para él ¡Te mereces esto y más José!