Sebastián D´Amico es un joven de 24 años que hace 6 años fue diagnosticado con un cáncer muy agresivo conocido como sarcoma embrionario en el maxilar derecho.
La vida de Sebastián era como la de cualquier otro joven de 18 años que estaba por culminar la escuela secundaria, le encantaba bailar, jugar al fútbol y soñaba con estudiar y ejercer la locución y el periodismo, pero en el 2014, una pequeña pelota entre la mejilla y la pared bucal derecha cambió su vida.
«Pensaba que era un granito de grasa, o algo así. Nunca pensé que se transformaría en esto», dijo Sebastián.
En el 2016 después de un tratamiento de quimioterapia logró tener una apariencia normal, pero en poco tiempo el tumor volvió. En el 2017 y en 2018 lo operaron en el Hospital Pirovano, donde le extrajeron el bulto y le pusieron injertos de piel.
Aunque ha pasado por momentos muy dolorosos, Sebastián decidió ser optimista y no ha dejado de luchar en contra de esta enfermedad.
«Era como un si un taladro te perforara la sien, me quería arrancar la cabeza”, dijo Sebastián.
Cuando estaba todo listo para la tercera operación el año pasado en el Pirovano, le dijeron que no lo iban a operar porque su situación era muy delicada y estaban comprometidos su cuello y su cabeza.
Sebastián está decidido a seguir viviendo y no perderse de nada que esté a su alcance, y aunque su situación es delicada entiende que una buena actitud es fundamental. Lo describen como un joven con «dos caras», porque el tamaño de su tumor alcanza el que tendría otro rostro.
Comenzó a filmarse en las redes sociales, a contar su historia, y a pedir ayuda para tratar su cáncer y se sumaron miles de seguidores.
Una de las publicaciones donde Sebastián imploró para que algún hospital se animara a operarlo, surgió efecto. El vídeo llegó a oídos del doctor Eduardo Sosa, cirujano argentino que en se encontraba en Italia.
«Hicimos un vivo en las redes sociales. Él fue el intermediario para derivarme a un equipo de especialistas del Hospital Santojanni, que confirmó la realización de la operación», agregó Sebastián.
Este joven también logró conocer a Natalia Belmonte, de 26 años, el amor de su vida.
«Lo que parecía que sería un martirio, de un momento a otro cambió el panorama. Apareció el médico Eduardo Sosa, que me cayó del cielo, y la obra social IOMA se hará cargo de la prótesis que me van a colocar en la operación. Y cuando menos lo esperaba irrumpió el amor de mi vida», añadió Sebastián.
La cuarentena, paradójicamente, fue una bendición para Sebastián, quizás el período más trascendente de su vida.
«Me sorprendió cómo se tomaba la vida, con humor y una fortaleza admirable. Me propuse conocerlo y ayudarlo en lo que pudiera», relató Natalia.
Natalia sintió curiosidad y miedo a la vez cuando conoció la historia de Sebastián.
«Cuando lo vi por primera vez creo que no nos separamos más. Le dije que se quedara en mi casa y hoy hace dos meses que vivimos juntos», relató Natalia.
Entre el 20 y el 25 de agosto estará lista la prótesis y en septiembre Sebastián será operado en el Santojanni.
«La llegada de ella a mi vida fue tan oportuna como inesperada. Es una locura hermosa, un cuento de hadas del que no me quiero bajar», dijo Sebastián.
Sebastián sueña con el día después de su operación y ser un joven con una vida normal, nosotros le deseamos una exitosa recuperación. Comparte su emotiva historia.