El pasado mes de julio, después de meses de confinamiento, el colegial Lewis Wright logró salir de su hogar por primera vez y participó en una pequeña reunión con un grupo de amigos del colegio. Sólo días después, el chico de 12 años se sintió abatido por síntomas aparentemente vinculados con el COVID-19.
En medio de una pandemia mundial, para todos fue obvio creer que el pequeño se había contagiado, pero el asunto estaba muy lejos de la realidad.
La verdad era que este pequeño apenas comenzaba una batalla con un enemigo quizás aún más grande: el cáncer.
El 10 de julio la madre de Lewis, Kayleigh, llevó al niño al hospital de Ormskirk, Lancs, Inglaterra, pero fue enviado a casa con un presunto diagnóstico del virus.
El chico debía guardar reposo y mantenerse hidratado, pero sólo dos días después, ingresaría al Alder Hey en Liverpool en el que se le diagnosticó leucemia mieloide aguda.
Este tipo de cáncer afecta las células de la médula ósea y ataca el sistema inmunológico.
El pequeño comenzó su camino por vencer la enfermedad, inició sus quimioterapias intensivas para evitar que el cáncer se propague a su cerebro y también ha sido sometido a numerosas transfusiones de sangre.
“Su tratamiento es fuerte e intenso y nos dijeron que derribaría a un hombre adulto que fuera un atleta. No se equivocaron. Lewis ha estado tan, tan mal por los efectos secundarios. Ha perdido varios kilos en una semana y ha sido pinchado más de todas las veces que me han inyectado en mi vida”, dijo Kayleigh.
A pesar de lo fuerte que está siendo el tratamiento, el niño se mantiene positivo y tomó la decisión de raparse la cabeza antes de que comenzara a perder su cabello. Ahora se encuentra ingresado en el hospital y se espera que permanezca allí durante unos 6 meses, mientras toma su intenso tratamiento.
A principios de julio el estudiante de séptimo año lucía perfectamente bien pero un dolor en su pecho y posteriormente en sus articulaciones fueron los primeros síntomas de la enfermedad.
Para la familia todo parece haber sucedido demasiado rápido.
“Un millón de pensamientos pasaron por mi mente. ¿Seguramente no podría tener leucemia? Estuvo absolutamente bien hasta el viernes. No pudo suceder tan rápido», dijo la madre.
Una prima de Lewis, Louise McHugh, creó una página de recaudación de fondos en línea con un objetivo de £ 5.000 ($ 6.554) para ayudar a la familia y al chico con su tratamiento. Por su parte, la madre y su esposo Richard quisieron hablar sobre el caso de su hijo para exhortar a otras familias que pudiesen pasar por lo mismo. Ante cualquier síntoma es preferible buscar atención médica.
Lewis ha demostrado ser un guerrero pero su batalla apenas comienza, comparte su historia e invita a tus amigos a ayudarle con sus donaciones y oraciones por su salud.