Para una madre no hay satisfacción más grande que saber que su hijo nació bien y con perfecto estado de salud, sin embargo, son muchas las madres que deben enfrentar una devastadora noticia cuando le dicen que su bebé se debate entre la vida y la muerte.
Patrycia Szymańska, de 28 años de edad, recibió la lamentable noticia que su pequeño Oliwier moriría en el hospital después que una infección bacteriana le provocara insuficiencia orgánica múltiple y necrosis.
El pequeño Oliwier fue diagnosticado cuando solo tenía dos meses de nacido.
Oliwier fue diagnosticado con sepsis y necrosis meningocócica lo que causó que le amputaran ambas piernitas en febrero del 2018. La madre comenta:
“Después de dos días, escuchamos que había un 99,9 por ciento de probabilidad de que Oliwier no sobreviviera. Tenía shock séptico, insuficiencia aguda de múltiples órganos, necrosis extensa de más del 50 por ciento de su cuerpo y sus riñones no estaban funcionando”.
Desde que nació Oliwier fue sometido a múltiples operaciones, la necrosis ocupaba más del 50 por ciento de cuerpo, pantorrillas, nalgas, y codos también se vieron fuertemente afectados.
Patrycia dice:
“Los médicos tuvieron que amputar parte del pie derecho y la parte inferior de la pierna izquierda. Se sometió a muchas operaciones. Los médicos tuvieron que cubrir toda la parte inferior de la pierna derecha con trasplantes de piel”.
Durante más de un mes el pequeño Oliwier permaneció hospitalizado, afortunadamente logró vencer todo diagnóstico y hoy es un niño feliz y saludable.
La madre comenta que tras la doble amputación de su bebé desea que nada sea imposible para él, por ello, está realmente encantada de verlo montar bicicleta por primera vez.
“Fue un momento increíble cuando lo vimos en bicicleta por primera vez, es un niño tan valiente y feliz que no deja que su condición se interponga en el camino de ser un niño. Ha estado aprendiendo a caminar durante el último año con su prótesis y se desenvuelve muy bien con ellas”.
Para los padres del pequeño Oliwier es realmente gratificante verlo realizar todas las actividades que supone que deben hacer los niños de su edad.
Con el corazón lleno de alegría y muy orgullosos lo ven dar pequeños pero fuertes pasos con sus prótesis.
Ha sido un proceso largo, pero finalmente están viendo los mejores resultados.
Este hermoso angelito siempre está sonriendo y nunca se rinde, siendo esta la mejor recompensa para sus padres. La madre con infinita nostalgia dijo:
“Cuando pienso en todo lo que ha pasado, ver a mi pequeño andar en bicicleta por primera vez fue algo mágico”.
Los padres están recaudando dinero para poder cambiar la prótesis de Oliwier a medida que crezca, si desea colaborar puedes hacerlo ingresando en el siguiente enlace.
Este valiente guerrero nos ha demostrado que no existen obstáculos cuando tenemos la disposición de salir adelante. Comparte su historia y apoyemos con esta hermosa causa. ¡Sigue luchando pequeño Oliwier!