El efecto búmeran o el principio de acción nos dice que “toda causa tiene su efecto y todo efecto tiene su causa”. Por lo tanto, cada pensamiento, sentimiento o acción que son positivos repercuten sobre nosotros de modo favorable. Cuando pretendemos el bien para nuestros semejantes, automáticamente abrimos las puertas para nuestro propio bienestar.
Y eso fue lo que hizo este grupo de vecinos abnegados en favor de Lane Unhjem, quien es un granjero que cultiva trigo duro y canola. Cuando un día, mientras realizaba su diaria faena sufrió un infarto, todos sus vecinos se unieron como uno solo para hacerse cargo de la cosecha.
Y es que, cuando vio a su máquina cosechadora ardiendo en llamas, su corazón no resistió y colapsó, sin más. Fue admitido y hospitalizado de urgencia en un centro médico de Dakota del Norte, Estados Unidos, su ciudad de origen.
“Él tuvo un paro cardíaco cuando vio que su cosechadora estaba en llamas”, dijo uno de los vecinos más cercanos al granjero.
De no haber sido por la pronta respuesta de estas personas que le tendieron una mano, seguramente la cosecha de Unhjem se habría perdido sin remedio.
Los vecinos se reunieron en la granja del hombre llevando todo el equipo necesario, así como un remolque para el arado, dividiéndose en turnos para cosechar y evitar que el agricultor tuviera pérdidas.
De más está decir el aprecio que se ha ganado este hombre por parte de todos sus vecinos. Todo el mundo lo conoce como una persona amable, muy trabajadora y colaboradora también con todos los demás.
“Todo el mundo conoce a Lane. Es una buena persona y bueno para esta nuestra comunidad”, aseguró otro vecino que también participó en la encomiable tarea.
Sus amigos y vecinos unidos para ayudar a Lane
En total, la gente logró cosechar más de 404 hectáreas de cultivos en apenas siete horas de labor, dejando todo empaquetado y listo para ser llevado a la casa de Lane, desde donde será distribuido.
“Lane tiene una hermosa cosecha que estará a salvo hoy y, lo más importante, tiene la comodidad de saber que tiene una comunidad de amigos que lo están ayudando, orando y haciendo todo lo posible para ayudarlo a superar este momento difícil”, escribió Don Anderson, un internauta que leyó la publicación que se volvió viral hace una semana.
Todo lo que hacemos a los demás, de algún modo también nos lo hacemos a nosotros mismos. La clave está en alimentar nuestras buenas acciones de las propias acciones y no de lo que recibimos a cambio.
Dicen que los grandes cambios empiezan por uno mismo, y aunque el mundo a veces parece ser un lugar hostil, existen pequeñas historias como esta que hacen que podamos reconciliarnos con él.
Por su parte, Lane Unhjem todavía está hospitalizado, pero su salud cada día se va estabilizando y con tanto amor alrededor será mejor.
El bien casi siempre va unido a una forma desinteresada de proceder y ahí es donde encontramos nuestra recompensa. Comparte esta hermosa historia de empatía con tus seres queridos.