Durante los últimos dos años Kellie Wilson, no ha tenido suerte en encontrar trabajo, a pesar de haber solicitado más de 3.000 empleos la han rechazado, ella cree que es por su discapacidad, Kellie es sorda.
La mujer de 33 años se ha postulado para todo tipo de trabajo, limpiar vidrios, arreglar las estanterías, papelera de cobro revertido, cualquier cosa que no implique hablar por teléfono.
Kellie es de Middleton Tyas en North Yorkshire, Reino Unido.
Sin embargo, no ha obtenido respuestas positivas, todo lo contrario, esta situación ha hecho que pierda su confianza y empiece a sentirse inútil. Desde el verano del 2017 Kellie no ha descansado buscando alguna opción laboral que le permita sustentarse.
Wilson, anteriormente trabajó de manera temporal en el Servicio de Libertad Condicional y en Student Loans Company, afirma que su discapacidad nunca fue un problema para cumplir con su trabajo, incluso sus colegas hicieron algunas adaptaciones para ofrecerle mayor comodidad.
Ya no cuenta con ahorros y necesitar mantener a su familia.
Pero ahora teme que algunos empleadores la estén rechazando debido a su discapacidad auditiva, la mujer alega que si bien algunas empresas han mostrado interés y le piden una entrevista telefónica ella les responde que no usa el teléfono porque no puede leer los labios.
Wilson les ha ofrecido otras alternativas para proceder con la entrevista, correo electrónico, mensajería, skype, cualquier medio que no sea hablar por teléfono, pero de repente dejan de responderle.
“Es extremadamente frustrante porque sé que puedo hacer el trabajo, y ellos estaban interesados hasta antes de descubrir que era sorda.”.
Wilson cada día se preocupa más por su situación, está consciente que debido a la pandemia hay una caída en los puestos de vacantes por lo que teme que conseguir trabajo se le haga aún más difícil.
Es bien sabido que el uso del tapabocas aún sigue siendo un requisito indispensable en muchas partes de mundo, eso resulta un problema para Wilson ya que no podría leer los labios.
A pesar de tener muchas cosas en contra, Wilson sigue buscando una opción laboral.
Aparte de esto, según datos revelados por el Instituto de Estudios Laborales, existe una gran competencia para encontrar trabajo en el norte de Inglaterra en comparación con el resto del país.
Debido a su compleja situación Wilson ha sido diagnosticada con depresión y ansiedad, si bien le resulta un reto levantarse todos los días sabe que debe hacerlo porque debe mantener a su familia.
“Es exasperante, realmente daña tu autoestima y tu confianza. Me duele, empiezo a pensar, ¿Soy yo, soy una inútil? La gente está discriminando tanto que siento que no valgo la pena. Eso hace que sea más difícil levantarse por la mañana, pero lo intento, y se necesita mucha energía para hacerlo”.
Ninguna persona debe sentirse discriminada por tener alguna discapacidad, o por cualquier otro motivo. Deseamos que pronto logre encontrar un trabajo que le permite demostrar que es una personas capaz como cualquier otra.
Son muchas las personas que están sufriendo guerras internas en silencio. Qué bonito sería el mundo si sintiéramos mayor empatía por aquellos que están atravesando una difícil situación. Comparte este caso.