Muchas son las personas que viven ahorrando toda su vida para comprar la casa de sus sueños. Una vez la adquieren, la alegría de finalmente tener un hogar al que realmente puedan llamar suyo es inmensurable.
Sin embargo, esta alegría a veces dura muy poco. Esta es la triste historia de una familia que, en sólo unos cuantos meses, quedó aterrada ante su destruida casa de casi medio millón de dólares.
Esto pasó en la ciudad de Gold Coast, Australia. A fines de 2019, el matrimonio formado por Sarah Sarson y Shaun invirtió todos sus ahorros, de casi 500.000 dólares, en la que sería la casa de su vida.
El matrimonio, junto a sus dos pequeños niños de 2 y 3 años, vivieron tranquilamente por unos cuantos meses. Fue después de 3 meses de haber adquirido el hogar que Sarah presenció una escena aterradora que la dejó atónita.
«Era como una película de terror», dijo la mujer.
Cuando Sarah entró al baño con la intención de cargar su teléfono móvil, presenció la aterradora imagen de innumerables termitas saliendo del tomacorriente.
Inmediatamente, se contactaron con el inspector Daniel Golin quien, después de realizar los análisis pertinentes, les informó que el daño causado por las termitas era bastante significativo y lo catalogó como una de las peores infestaciones que había presenciado en toda su carrera laboral. Todo parecía indicar que no había solución.
«Es difícil reconstruir esto, creo que hay que pasar a la etapa de demolición y reconstrucción, es la única salida que puedo ver en este momento», mencionó el inspector Daniel.
Antes de adquirir el inmueble, y después de una supuesta revisión, a la familia se le aseguró que el hogar estaba en perfecto estado y no había daños ni plagas. Esto contrasta drásticamente con la opinión del inspector Daniel que cree que la infestación debió comenzar a producirse antes de que el matrimonio adquiriera el inmueble.
La opinión del especialista parece ser acertada, pues un hombre que estuvo interesado en la propiedad se contactó con Sarah para informarle que él no adquirió el inmueble debido a que una inspección privada le confirmó que en el lugar había termitas.
El hombre incluso informó a la inmobiliaria el problema, pero ellos hicieron caso omiso y manifestaron no tener la obligación de informar a los potenciales compradores de tan importante problema.
Actualmente, la familia se ha mudado y ha realizado un reclamo al seguro que, lamentablemente, no les ha dado una respuesta positiva.
Es muy triste ver como lo que parecía un alegre sueño hecho realidad se convirtió en una pesadilla. Esperemos que todos los involucrados en el engaño se hagan responsables del problema y den una respuesta favorable a la familia.
No olvides compartir este caso con todos tus conocidos y asegúrate de investigar muy bien antes de adquirir una propiedad, pues lamentablemente hay veces en las que se sale perdiendo.