El peor dolor al que puede enfrentarse una madre es al del sufrimiento de un hijo, y, sobre todo, a ver cómo su vida se desvanece ante sus ojos.
Priscila Chapa, de Texas, Estados Unidos, es la madre de Giancarlo Guerrero, un niño de 7 años que se aferra a la vida tras ser diagnosticado con muerte cerebral.
El pequeño permanece ingresado en el hospital conectado a una máquina que lo mantiene con vida, recientemente, comenzó a moverse y a lagrimear.
A pesar de que los médicos dicen que solamente se trata de reflejos, la madre asegura que son indicios de mejoría.
La madre ha iniciado una batalla legal para que no desconecten a Giancarlo del soporte vital.
“No desconecten a mi hijito por favor”, dijo Priscila desconsolada.
Hace tres semanas, Giancarlo sufrió un accidente cuando se caminaba en la calle junto a su madre y fueron arrollados.
Inmediatamente lo trasladaron a un hospital, donde sufrió un paro cardíaco.
Después del paro del cual lograron reanimarlo, los médicos le diagnosticaron muerte cerebral y les dijeron a los padres que por ley solamente podrían mantenerlo con vida un período de tiempo determinado, pero que si no mostraba signos de recuperarse debían desconectarlo.
Aunque la vida de Giancarlo depende de una máquina, ahora la decisión de desconectarlo estará determinada por una corte.
Los médicos aseguran que no dan esperanzas de que el menor logre recuperarse, pero para su madre sobran las esperanzas, sobre todo desde que se movió y lagrimeó tras el diagnóstico de muerte cerebral.
Para Priscila, las lágrimas de su hijo son una señal de que está percibiendo el dolor de su madre, relató que hace unos días comenzó a mover los dedos de sus pies.
Ella está convencida de que su hijo respondió a sus caricias, gestos y palabras de cariño y no cree en que se trate de reflejos normales por su condición.
La desconsolada madre se aferra a la esperanza de que la legislación de Texas actúe a su favor y les prohíban a los médicos desconectar a Giancarlo del soporte vital.
Terry Cabales, el abogado de la familia, alega que el menor no debe ser desconectado, se mantiene en espera de la orden de la corte para que prohíban esta medida.
El plazo para desconectar al joven del soporte vital se venció el pasado miércoles, pero ordenaron una extensión que le da vigencia hasta el próximo viernes, ese día determinarán si el menor podrá recibir el alta médica para ser atendido en su vivienda con los cuidados adecuados.
La noticia ha causado conmoción, miles de usuarios en las redes se han pronunciado a favor de esta familia que confía en que el pequeño logrará recuperarse. Compártela.