Un bebé siempre traerá dicha a la vida de la familia que aguarda su llegada. Pero, lamentablemente, no todas las parejas tienen suerte al momento de concebir y muchas veces ven frustrados sus sueños.
Afortunadamente para una pareja brasileña que luchaba arduamente por poder embarazarse, un miembro de su familia, quien se conmovió con su situación, decidió ayudarles a hacer realidad su más grande anhelo: ser padres.
Aline Mor, de 25 años de edad, se ofreció a llevar en su vientre al hijo de su hermano, Marcelo Machado, tras ver a su cuñada Rafaela sufrir dos pérdidas y someterse a varios tratamientos de fertilidad sin éxito.
Rafaela congeló sus embriones en una clínica de São Paulo y Aline fue hasta allí para hacer todo el procedimiento. Después de mucha expectativa por parte de la familia, quedó embarazada y, a las 38 semanas de gestación, el bebé Guilherme nació por cesárea, con un peso de 3,3 kg, el pasado 7 de octubre en el Hospital Nossa Senhora das Dores.
Durante el parto, Rafaela se quedó dentro de la habitación y fue la primera en tener contacto físico con el pequeño Guilherme.
“Fue una entrega pacífica y emocionante de principio a fin. Me confiaron su mayor sueño. Todo valió la pena”, dijo Aline.
Fue así como, después de años de frustración y pesar, por fin esta pareja pudo tener consigo al fruto tangible de su amor eterno.
“Fue tan emocionante ver su rostro. Luchamos mucho. Pasamos tres años intentándolo y todo salió bien. Aline fue increíble. Tengo mucho que agradecerle”, dijo la madre biológica.
Debido a la pandemia de COVID-19, Aline pasó por el período de gestación en aislamiento, en la zona rural de Itabira, mientras que Marcelo y Rafaela se quedaron en la ciudad de Canoas, en Rio Grande do Sul, donde viven.
“En los días de consulta, la ansiedad era grande porque no estábamos en vivo ahí, pero Aline nos mostró videos de los ultrasonidos y eso nos hizo sentir más cerca. Me hubiera gustado haber participado más, pero entendemos que el momento requería hacerlo así. Lo importante es que nuestro hijo nació con muy buena salud”, dijo el padre.
Tan pronto como la familia fue dada de alta, Aline se despidió de su sobrino y le presentó a su primo a sus hijas, Elis, de 9 años, y Esther, de 5. Posteriormente, Guilherme se fue con sus padres a la ciudad de Coronel Fabriciano, también en Minas Gerais, donde se alojarán en casa de la abuela, la madre de Rafaela, durante los próximos días.
Aline, quien continuó en Itabira, seguirá el desarrollo del bebé desde lejos, feliz de ser parte de este logro. ¡Enhorabuena por esta feliz familia!
No te vayas sin compartir esta emotiva historia de amor con todos tus amigos y recuerda que no hay nada más importante que la familia.