El mundo del espectáculo ha amanecido de luto profundo tras darse a conocer la lamentable partida del mejor «James Bond» de todos los tiempos, el emblemático actor escocés, Thomas Sean Connery.
Ha sido su hijo, Jason Connery, quien ha comunicado a los medios la triste noticia del fallecimiento de su padre, quien partió de este mundo pacíficamente mientras dormía, en Nassau, en las Bahamas.
Tras cinco décadas de una brillante carrera, Sean Connery falleció cuando acababa de cumplir 90 años de edad, el pasado mes de agosto
«Tuvo a muchos miembros de su familia que pudieron estar en las Bahamas a su alrededor. Estamos trabajando duro para comprender este triste evento, ya que sucedió hace pocas horas, a pesar de que mi padre no se ha sentido bien durante algún tiempo», dijo su hijo en un comunicado.
«Un día triste para todos los que conocieron y amaron a mi papá y una triste pérdida para todas las personas alrededor del mundo que disfrutaron del maravilloso don que tenía como actor», agregó.
La vida de Connery comenzó en un humilde barrio de Edimburgo, siendo el hijo primogénito de Joseph Connery, algunas veces obrero, otras camionero y siempre católico; y de Effie, una empleada de limpieza de religión protestante.
Se casó dos veces, primero con la actriz australiana Diane Cilento, con quien tuvo a su único hijo, Jason, y de la que se divorció en 1973. Después contrajo matrimonio con la que sería su última pareja, la artista francesa Micheline Roquebrune.
Con más de sesenta títulos a sus espaldas, el escocés protagonizó siete películas sobre el agente secreto más famoso del cine: “Agente 007 contra el Dr. No” (1962), “Desde Rusia con amor”(1963), “James Bond contra Goldfinger” (1964), “Operación Trueno” (1965), “007: Sólo se vive dos veces” (1967), “Diamantes para la eternidad” (1971) y “Nunca digas nunca jamás” (1983).
Los conocidos productores cinematográficos Michael G Wilson y Barbara Broccoli, dijeron que estaban «devastados por la noticia» de su muerte.
“Fue y siempre será recordado como el James Bond original, cuya entrada indeleble en la historia del cine comenzó cuando anunció esas inolvidables palabras ‘mi nombre es Bond … James Bond'».
Por su parte, la Primera Ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo estar con el corazón roto tras su muerte. «Hoy nuestra nación está de luto por uno de sus hijos más queridos». Mientras que el ex primer ministro, Alex Salmond, acotó: «Era el mejor escocés del mundo, la última de las verdaderas estrellas de Hollywood, el Bond definitivo y un humano sobresaliente».
Su papel en “Los intocables” le valió el Oscar al mejor actor de reparto al que se sumaron dos Baftas y tres Globos de Oro.
Todos quienes lo conocieron de cerca resaltan sus orígenes humildes, y cómo su gran talento y su arduo trabajo fueron los responsables de llevarlo a la cima. Y a pesar de su éxito rotundo tras medio siglo de carrera, seguía mostrando su sencillez, sin olvidar de dónde salió.
Una prueba de eso es que después de acumular cerca de 40 millones de dólares, la suma entera la donó a su fundación, Scottish International Educational Trust, que apoya la educación de niños de escasos recursos.
Además, por si fuera poco, sin tener que acudir a cirugías ni ocultar sus años, fue de los hombres mejor vestidos del mundo y el rey de la masculinidad en los 60.
Innumerables celebridades, personajes públicos y artistas, han acudido a las redes para manifestar su dolor por la irreparable pérdida de este galán, caballero, actor, filántropo, excepcional ser humano y gran padre y amigo.
Unámonos a las muestras de solidaridad que están copando las redes para enviar nuestras condolencias a su familia. El mundo está de luto por su partida, pero nos quedamos con su invaluable legado. ¡Descansa en paz, Sean! Comparte esta noticia.