A lo largo de la historia nos hemos encontrado con niños prodigio en todos los escenarios: arte, literatura, música, cine. Pablo Picasso, Arthur Rimbaud, Mozart, Gary Kásparov o Drew Barrymore son algunos ejemplos de precocidad y genialidad sin límites.
Esta vez, el escenario tiene que ver con el mundo de la tecnología, que también nos sorprende con noticias geniales. En este caso, se trata de un niño de origen indio, llamado Arham Om Talsania.
Con tan solo 6 años de edad, logró acreditar el examen de especialista certificado en programación de la empresa Microsoft.
Obtuvo 900 puntos de 1.000 en la prueba de programación en el centro de Microsoft, la cual presentó en enero de este año. Esto supone un verdadero récord, superando al joven Babar, quien hace 12 años atrás realizaba una hazaña similar.
Arham empezó a usar desde muy pequeño los ordenadores, cuando tenía tan solo dos años. Om Talsania, su papá, también es programador y trabaja como desarrollador de software en una empresa multinacional en la India.
“Mi padre me enseñó a programar. Comencé a usar tabletas cuando tenía 2 años. A los 3, compré dispositivos iOS y Windows. Más tarde supe que mi padre estaba trabajando en Python”, dijo el niño.
Con toda esta historia familiar llena de amor por los ordenadores, softwares y el mundo de la programación, es posible afirmar que sus juguetes preferidos siempre fueron aquellos relacionados con la tecnología.
Esta certificación de Microsoft deja en claro su habilidad innata para ampliar, implantar, brindar soluciones y depurar tecnología Microsoft en un sistema operativo Windows, un servidor Microsoft Exchange, SQL o Visual Studio. Claro que, lograrlo no es sencillo, debiendo pasar unas 8 horas diarias, en promedio, frente a la ordenador.
Arham se encuentra bajo la mirada atenta de los mayores genios del mundo tecnológico. Lo cual enaltece todos los esfuerzos llevados a cabo por esta joven promesa.
Además de que podrá trabajar en el Departamento de Desarrollo en Mountain View, California, Estados Unidos, entró al Libro Guinness como el programador más joven del planeta.
“Cuando recibí mi certificado de Python, estaba creando pequeños juegos. Después de un tiempo, me pidieron que les enviara una muestra de mi trabajo. Unos meses después, me aprobaron y obtuve el certificado de récord mundial Guinness”, dijo el pequeño genio.
Gracias a la firma de este contrato, Arham hoy puede ver cumplido su sueño. Quiere utilizar todo su conocimiento en beneficio de los demás, a través de la creación de aplicaciones, juegos y sistemas de codificación.
Manan Choksi, director ejecutivo de la Escuela Infantil de Udgam, India, donde estudia Arham, aseguró sentirse muy orgulloso en nombre de toda la institución. Explicó que el lenguaje de programación Python también se usa en inteligencia artificial, ciencia de datos y robótica, por lo que la experiencia en codificación de este jovencito es increíble.
Ahora, no contento con escribir su nombre en letras de oro en las páginas del Gran Libro de los Récords, Arham también se asoció a Microsoft como uno más de sus asesores técnicos. ¡Un verdadero genio! No te vayas sin compartir su historia.