En el año 2017 Sahar Tabar, de Irán, se dio a conocer en todo el mundo desde que salieron a la luz las imágenes de la presunta transformación que sufrió tras someterse a varias cirugías estéticas.
La joven de 19 años se convirtió en un fenómeno viral por su afán de parecerse a la actriz Angelina Jolie. Pero los cambios en su rostro no se debían a operaciones, todo era efecto de la edición de sus fotos y el maquillaje.
Ella fingió haberse hecho 50 cirugías, llegó a tener casi medio millón de seguidores en su perfil de Instagram que ahora no está disponible. Allí compartía imágenes en las que se veía su rostro después de las supuestas cirugías y su cuerpo con una delgadez extrema.
Fue conocida como “la Angelina Jolie de Irán”, alcanzó fama mundial sin esperarlo y no pensó que podría tener consecuencias devastadoras engañar a quienes la seguían.
Sahar ahora enfrenta una condena de diez años de cárcel por diversos cargos y falta de respeto a la República Islámica. Ella misma confirmó que el proceso de su transformación lo llevó a cabo solamente con maquillaje y editando sus fotografías con Photoshop.
Después de su detención, ella pidió ser declarada en libertad alegando que se había contagiado de COVID-19, en su historial médico se refleja que tiene una enfermedad mental. Tiene antecedentes de visitas a centros de atención psiquiátrica.
Tras la difusión del caso de la joven en importantes medios de comunicación de todo el mundo, surgieron las dudas sobre sus presuntas operaciones porque en algunas fotos se notaba la edición con Photoshop.
Finalmente, tras una polémica en las redes sobre la veracidad del testimonio de Sahar, ella reconoció que lo que mostraba, no era su apariencia real.
La acusaron de blasfemia, incitación a la violencia, obtención de ingresos inapropiados y, además, fue acusada por alentar a menores a la corrupción.
Inicialmente, fue absuelta de dos de los cuatro cargos que emprendieron en su contra, pero no ofreció declaraciones porque confiaba en que recibiría un indulto.
Hace meses compareció en un medio de comunicación iraní y se mostró arrepentida por mentir. Pero a pesar de que contó la verdad y difundió su verdadero rostro, la justicia actuó en su contra.
En Irán, la cultura promueve las operaciones estéticas, es el país en el que anualmente se hacen más rinoplastias, es muy común que especialmente las mujeres se sometan a este tipo de intervención para modificar algún aspecto de su rostro.
Aunque nunca se había visto un caso tan dramático como el de Sahar, no te vayas sin compartir esta noticia.