Un noble policía se conmovió tanto con la situación de una niña a la que ayudó que decidió adoptarla para cambiar por completo su vida.
Los niños son los seres más indefensos de una sociedad y es el compromiso de todos cuidarlos y velar por ellos.
Por ese motivo resulta una verdadera pena saber de pequeños que son expuestos al dolor a mano de sus propios padres, pero allí están la justicia y los buenos corazones para cambiar estas realidades.
Justo esta combinación ha sido la causante del cambio asombroso que ha dado la vida de Kaila, una niña que a los cuatro años fue retirada del cuidado de sus papás debido a una denuncia por violencia doméstica.
En marzo del 2018 el actual teniente del Departamento de Policía del condado de Kingman en Arizona, Estados Unidos, Brian Zach se destacaba como sargento de patrulla cuando visitó la casa de la pequeña Kaila.
Vecinos habían reportado un caso de violencia en la residencia de la pequeña y cuando Zach llegó a la propiedad encontró a la niña con múltiples lesiones en su mano.
El oficial trató de calmarla y se mantuvo a su lado a la espera de que los detectives la recogieran para llevarla al hospital.
«Coloreamos, comimos bocadillos juntos… me tomó de la mano y era una cosita linda.
Tuve muchos casos de maltrato infantil y siempre hay niños con los que me conecto, me encantaría sacarlos de situaciones difíciles y llevarlos a casa», dijo Brian Zach.
Al volver a su casa, el oficial le contó a su esposa Cierra sobre la pequeña y el hecho de que los servicios sociales no habían podido dar con una familia para reubicar a la pequeña.
En ese momento, la mujer se conmovió y alentó a Brian para que se convirtieran en su hogar de acogida.
Desde entonces la pequeña Kaila ha estado con la pareja del policía y sus dos hijos biológicos.
«Ella vino con una taza para sorber, una bolsa de ropa que no le quedaba bien y eso fue todo.
Fue amor a primera vista. Al segundo día, ella ya estaba llamando a mi esposa ‘mamá’ y ‘mami'», dijo Brian.
Cierra y Brian con Kaila y sus dos hijos biológicos.
Lo mejor para esta familia sucedió este año cuando una corte aprobó el proceso de adopción que Zach y Cierran habían iniciado por la custodia de esta niña.
En agosto, el Tribunal Superior del condado de Mohave en la ciudad de Lake Havasu concedió a la pareja todos los derechos legales sobre la menor, ya nadie podrá separarlos.
«Vivíamos cada semana sin saber si ella volvería con sus padres biológicos, o cuánto tiempo la íbamos a tener.
Nuestro objetivo siempre fue amarla y cuidarla mientras pudiéramos», dijo Zach.
Este generoso oficial rescató a Kaila de un hogar en el que habían vulnerado sus derechos y le permitió conocer lo que es el verdadero amor de una familia.
Con esa hermosa acción, el hombre se convirtió en su héroe de la vida real y esta pequeña podrá crecer en un hogar seguro sin que nadie más irrespete sus derechos.
Ahora, finalmente cuenta con unos padres que asumirán el compromiso de velar por su bienestar físico y emocional como ella se merece.
Zach y Cierra decidieron compartir su historia para animar a todas aquellas personas que piensan en la posibilidad de la adopción. Para ellos es importante “dejar el miedo, pues vale la pena”.
Kaila ya está protegida, el gesto generoso de esta pareja y su mensaje llega a los corazones de las buenas personas que piensan en adoptar a un niño para hacerlo muy feliz.