No hay nada más reconfortante que poder alcanzar un sueño, sobre todo cuando se ha trabajado grandemente por él. Siendo los más pequeños, los niños, el mejor ejemplo de dedicación y persistencia.
Esto fue lo que demostró un ejemplar niño argentino de solo 12 años de edad, quien reside en la localidad llamada Las Perdices, en Argentina, y se fijó una gran meta de la cual jamás desistió hasta tener junto a él lo que tanto deseaba.
Quería un teléfono nuevo
Joaquín Ángel Gabriel Viggiano es consciente de que todo en la vida implica trabajo y, por ello, este fin de año decidió comenzar su propio negocio: dedicándose a la elaboración de arbolitos de Navidad, a partir de hierro y coloridos detalles.
El emprendimiento de Joaquín se impulsó grandemente cuando lo dio a conocer en las redes sociales, teniendo diversas compras que lo acercaban cada vez más a su gran objetivo: tener un nuevo teléfono.
Guadalupe Vega, la madre del pequeño, asegura que su hijo no podía creer que todo su trabajo había valido la pena. Así que, vestido con sus mejores prendas, se dirigió lleno de felicidad y satisfacción a comprar él mismo su teléfono.
“Se reía tímidamente y solo decía que no lo podía creer. Todo el tiempo repetía eso”, afirma la madre de Joaquín.
Ya que había luchado arduamente por él, Joaquín no escatimó en los accesorios que seleccionó para disfrutar aún más del que seguramente será el mejor auto regalo navideño.
«Se bañó, se puso su ropita favorita, y salió con su dinero en su bolsillo. Me generó una gran ternura porque fue mérito propio, se sentía especial y celebro eso.
Él siempre ha comprendido el sacrificio de nosotros, así como de nuestra realidad lejana de poder comprarles un teléfono como tanto anhelaba, fue un proyecto íntegro de él», señaló la mujer.
Guadalupe no puede estar más que orgullosa del trabajador Joaquín, quien a su corta edad ha mostrado una gran consciencia sobre todo su alrededor, especialmente debido a que su familia no vive su mejor momento económico a causa de la crisis provocada por la pandemia.
Pese a toda dificultad, la familia dio todo su apoyo a Joaquín, ayudándole en lo necesario para crear sus arbolitos de Navidad y así celebrar juntos la gran iniciativa que tuvo.
El padre de Joaquín le ayudaba a forjar el hierro
Enhorabuena por Joaquín y su familia, quienes nos recuerdan que todo es posible cuando se está dispuesto a luchar por ello y que no hay nada que el amor no pueda superar.
Al igual que Joaquín, nunca renuncies a tus sueños; mantente fuerte hasta conseguirlos. Comparte.