Deolinda, la mujer que desde hace cuatro décadas trabaja para la empresa Moreyra Gomas, jamás se imaginó que su jefe tomaría la decisión de entregarle su patrimonio.
La compañía de neumáticos, creada hace 64 años, en Coronel Moldes, al sur de Córdoba, Argentina, fundada por Juan Moreyra, ahora será de su trabajadora de confianza.
“Gracias a Dios, alguien cuidará el negocio y lo mantendrá como yo”, dijo el hombre de 80 años.
La mujer, de una familia muy humilde, comenzó a trabajar en la empresa de Juan cuando apenas tenía 12 años. En esa época, sus padres no podían cubrir los gastos del hogar y a ella le tocó obtener ingresos económicos mientras algunos de sus hermanos estudiaban.
Aunque cuando se acercó a Juan y a su esposa para pedirles trabajo dijo que sabía hacer diversas cosas, todo lo aprendió sobre la marcha. Siempre estuvo agradecida de que le hayan dado la oportunidad de ser parte del equipo y construyeron un vínculo inquebrantable, se había convertido en parte de su familia.
Cuando la pareja pudo disfrutar de sus primeras vacaciones, la invitaron y Deolinda compartió con ellos como si fuera su hija.
Sus jefes le ofrecieron su primera fiesta de cumpleaños, y cuando contrajo matrimonio Juan fue el padrino de bodas y su esposa la testigo.
Juan perdió a su esposa, y no tuvieron hijos, así que tomó la decisión de que su empleada se convirtiera en la heredera del negocio que emprendió con años de esfuerzo y sacrificio. Antes de que su compañera muriera conversaron sobre el tema y ella estuvo de acuerdo.
Actualmente la condición de salud de Juan no le permite hacerse cargo de la empresa.
Consciente de que cuando llegue su hora de reencontrarse con su esposa en el cielo querría dejar todas las gestiones listas para ayudar a Deolinda, ya la empresa está a su nombre.
“Después de 64 años, he cambiado la firma. Esta decisión la habíamos tomado con mi esposa y con Deolinda, quien hace 40 años trabaja acá. Mi salud no me permite estar más frente a la empresa, pero todo seguirá igual, la atención continúa como antes, y cada vez mejor”, dijo Juan.
Ha sido muy difícil para él enfrentarse al dolor de la ausencia de su compañera de vida. “Extraño mucho a mi esposa, fuimos muy felices. Disfrutamos bien, salíamos a cenar, nos íbamos todos los años de vacaciones, no le pedimos nada a nadie, ni me jubilé, ni nada”, relató Juan.
Deolinda expresó su gratitud por haberla acogido como a una hija y entregarle su empresa.
“Soy de una familia muy humilde, de muchos hermanos. No podíamos estudiar, así que me mandaron a trabajar. Cuando me preguntaron qué sabía hacer, les dije que, de todo, pero en realidad no sabía hacer casi nada. Así que todo lo que sé y quien soy se los debo a ellos”, dijo Deolinda.
Recordó con gratitud que celebró sus 15 años gracias a ellos, también compartió sus primeras vacaciones con la pareja que la trató como a su hija.
“Es un gran compromiso, y seguiremos con su sistema. La verdad es que estoy agradecida porque pensó en mí, no sé cómo explicarlo, es una emoción fuerte. Yo estuve con ellos todos estos años, y ellos siempre me ayudaron”.
Desde que esta historia se difundió en las redes no para de generar comentarios sobre la generosidad de esta familia, compártela.