Continuamente se habla de una sociedad en evolución, que el mundo a atraviesa por grandes cambios que dejan significativos cambios en nuestra vida y que la inclusión es uno de los temas más destacados de este 2020.
Sin embargo, lejos de todo esto, cada persona vive una realidad diferente en la que cada día es un constante desafío para sobrevivir, especialmente para las personas en condiciones de calles tan expuestas y vulnerables que atraviesan situaciones inimaginables.
Según la Secretaria de Desarrollo Social solo en la ciudad de México hay cerca de 7.000 personas en condiciones de calle.
Si bien existen algunos centros u organizaciones que pueden velar por ellos, la verdad, es que hay millones de personas en el mundo en situación de calle.
Aunque hay más de una razón por la que una persona puede terminar en la indigencia, y algunos en lo más profundo de su ser recuerdan ese motivo, lo que no se puede negar es que todos son seres vulnerados en uno o más de sus derechos como salud, vivienda, trabajo, justicia.
Si realizamos pequeños gestos podemos ayudar a los más vulnerables.
Recientemente en Tampico, Tamaulipas-México, encontraron a un abuelito en condición de calle refugiado en una alcantarilla.
Los vecinos de la colonia Solidaridad Voluntad y Trabajo conocida como la “La Borreguera” reportaron la presencia del hombre pensando que podía haber fallecido y se dispusieron a llamar a emergencia.
Un gran porcentaje de esta población sufre alguna enfermedad mental.
Pero le verdad los golpeo de frente y fue aún más desalentadora, cuando descubrieron que el anciano solo estaba buscando algo de refugio y consuelo mientras intentaba escapar de las bajas temperaturas.
Su nombre es Ramón, y su caso ha pernotado en la memoria no solo de los vecinos sino de miles de internautas después que las imágenes se compartieran en las redes.
Es necesario replantear una solución ante esta problemática.
Cuando el departamento de bomberos de la localidad llegó, notaron que Ramón estaba casi congelado acurrucado en el interior de una alcantarilla. Los bomberos en compañía de la cruz roja llegaron a la triste escena y rescataron al hombre que literalmente estaba muriendo de frío.
Los rescatistas procedieron a brindarle toda la ayuda que necesitaba, solo poco después le preguntaron que hacia allí, Ramón respondió con la voz quebrada que “el intenso frío calaba hasta los huesos”.
Si ayudamos de corazón podemos hacer la diferencia.
Aunque hasta la fecha no se tiene evidencia que confirme que el anciano vivía en la alcantarilla, ninguna persona debería pasar por este tipo de situaciones.
Es algo lamentable que te deja con el corazón arrugadito y nos hace pensar en que como sociedad estamos haciendo algo mal.
Aunque la historia de Ramón ha conmovido miles de corazones deseamos haya recibido el apoyo y la solidaridad que tanto necesita. Demostremos respeto y empatía ante estos seres desconsolados pero con un corazón sediento de amor que a pide a gritos ser rescatado. ¡Comparte!