Sofía Tolini, de Sao Paulo, Brasil, es una hermosa niña de 6 años, quien le decía a su mamá que le gustaría hacer algo por los recolectores de la basura porque trabajan muy duro, y entre las dos planearon un bello y agradecido encuentro casual.
La pequeña Sofía siempre ha pensado que el desayuno es una de las comidas más importantes del día, ella es una fanática declarada de esa primera comida, por lo que le pidió a su mamá, Talita Tolini, compartir su afición con los trabajadores del aseo urbano.
La pequeña niña siempre estaba pendiente de los días en los que había recolección de la basura y corría detrás del camión con las bolsas de desperdicio, sin importar si hacía calor, frío, lluvia, relámpagos o truenos.
Para preparar el desayuno la pequeña le dijo a su mamá que la ayudara y juntas armaron un pequeño stand con café, jugos y cupcakes. Ese gran día Sofía no solo les agradeció a sus héroes, sino que también los conoció personalmente.
Fue muy especial, cuando los repartidores llegaron con gorros navideños, la niña se emocionó mucho. Sin lugar a duda, Sofía logró un desayuno en vísperas de la Navidad que todos lo recordarán por mucho tiempo.
El desayuno que esta madre e hija organizaron para los recolectores fue el 15 de diciembre en el barrio Jardim Mollon, es un gesto que sirve de inspiración para muchos.
Lo que nunca se imaginó la pequeña Sofia es que sus amigos, como ella llama a estos recolectores de Lixo de Santa Bárbara d’Oeste, Brasil, la sorprenderían en la mañana de Navidad con regalos para ella.
Sofía quedó muy emocionada cuando los trabajadores del aseo pasaron por fuera de su casa y le entregaron algunos presentes en agradecimiento por su hermoso gesto de organizar un rico desayuno para ellos.
“Gentileza genera gentileza. Que estos gestos sirvan para que el 2021 estemos llenos de esperanza. No tengo palabras para describir mi sentimiento”, dijo Talita.
Sofía recibió dos muñecas de sus amigos recolectores.
“Todos los días cuando caminaba por la calle después del desayuno cuando pasaban los recolectores siempre nos decían que le pedían que Dios nos bendijera y nos protegiera”, agregó Talita.
Realmente este acto de generosidad es un gran reconocimiento para quienes muchas veces no reciben el agradecimiento que merecen, y lamentablemente son ignorados.
Comparte este ejemplar historia que debería ser copiada por muchas comunidades en honor a esos hombres y mujeres que de sol a sol mantienen limpia nuestra comunidad con su labor.