La verdad es que las mujeres de hoy aman su independencia: esa sensación de administrar su propio tiempo y ser creativas. Sin embargo, para alcanzarla, es obvio que también necesitan ser autosuficientes económicamente. Por eso, muchas buscan generar un ingreso extra, a partir de una oportunidad de emprendimiento.
Este es el caso Sayra de la Cruz, una mujer residente en Villahermosa, Tabasco, México, quien se ha ganado el apelativo de “#Lady Rosca”, después de que se encontró con una casualidad que le permitió comprar 300 roscones de reyes tradicionales en 99 pesos, para revenderlos en 150 durante el pasado 06 de enero.
La publicación de las imágenes de las roscas que se iban vendiendo, con Sayra y sus dos socias sacando cuentas de lo que invirtieron y ganaron, de inmediato se hicieron virales en las redes sociales. Sin embargo, levantaron alguna suspicacia y hubo quien especulase además sobre el origen del dinero que usaron para comprarlas.
Gracias a su buen sentido del humor, lejos de sentirse ofendida, Sayra aprovechó para explicar que, el día anterior se encontró con una oferta de roscas de reyes en un supermercado de su comunidad que no pudo dejar pasar. También dijo que el dinero era producto de su trabajo y no de alguna subvención del Estado.
“Aclaro, las roscas las vendí en 150 pesos. Soy comerciante, a mucha honra, soy vendedora de todo lo que se pueda vender y siempre estoy pendiente de cualquiera que este sea, lo veo y me apropio de la mercancía, me apasiona muchísimo lo que hago y lo hago con todo el gusto”, explicó la mujer.
Aseguró que, normalmente se asocia para invertir en más y mejores productos. No obstante, también hubo usuarios quienes salieron al paso para elogiar a Lady Rosca y felicitar su emprendimiento, sobre todo en estos tiempos de pandemia cuando todos debemos defendernos como gato panza arriba.
“Las felicito por ver las oportunidades que otros no vemos. Felicidades por ser mujeres que pueden ser ejemplo para una o más personas. Sigan así, todo lo que sea honesto y bien invertido vale la pena”, fue uno de los muchos comentarios que Sayra recibió sobre su idea de emprendimiento.
Lo primero es no emprender pensando solo en resolver la necesidad que creó la crisis. Estaríamos condenados al fracaso; dejamos de pensar correctamente en función de resolver un problema temporal y no de que el emprendimiento tenga trascendencia. Eso los clientes lo notan. La invitación es a emprender con gozo, con confianza y optimismo.
El emprendimiento que nace en pandemia debe pasar por las mismas condiciones y procesos de un emprendimiento en la normalidad, y las reseñas, que indican que el público se interesa por nosotros porque le gusta lo ofrecido.
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