¿Qué estarías dispuesto a hacer para ver con bien a uno de tus hijos? Esta fue la cuestión a la que se enfrentó hace 11 años un productor cultural en Brasil, cuando su pequeña hija de 6 años, llamada Cecilia, enfermó terriblemente de neumonía y estuvo a punto de perder la vida.
En ese momento, la salud de la hija de Adalto de Freitas, ahora de 52 años, empeoraba rápidamente, siendo tan dañina que incluso afectó sus órganos vitales. El hombre estaba desesperado y fue entonces que recurrió a hacer una promesa a Santa Cecilia para que ocurriera un milagro.
«¡Estaba desesperado! En el hospital donde estaba internada mi hija había una capilla. Era la capilla de Santa Cecilia. Entonces hice una promesa con la santa y con Dios.
Si ella recuperaba su salud, yo haría tres compromisos: primero, no bebería nada de alcohol; segundo, daría todo lo que mi hija tuviera a otros niños también; y tercero, dondequiera que ella se graduara, yo acudiría en bicicleta”, explicó Adalto.
Tras la promesa, Cecilia recuperó su salud y pudo continuar su vida, formándose como bailarina durante 8 largos años de estudio en la Escuela de Teatro Bolshoi de Brasil, la única sucursal de la institución fuera de Rusia.
La graduación de Cecilia se realizaría el día 11, 12 y 13 de diciembre de 2020 en Mato Grosso do Sul, en la región norte de Santa Catarina. Había llegado el momento de cumplir con el tercer punto de la promesa, pero Adalto aún se encontraba débil tras haber contraído coronavirus en abril.
Pese a todo, el hombre decidió cumplir su palabra y se alistó para recorrer 1280 kilómetros en bicicleta para ver graduarse a su hija, viajando durante un total de 11 días hasta llegar a su destino final.
Se enfrentó a las inclemencias del clima, pero nada lo detuvo
Adalto salió de la región de Campo Grande el 26 de noviembre, enfrentándose con frío, sed y el miedo a ser objeto de la delincuencia durante el trayecto. Tuvo que recorrer, en promedio, 100 kilómetros diarios.
La parte más difícil de su trayecto fue el segundo día, cuando en un mismo tramo se enfrentó a tres distintos tipos de inclemencias climáticas: extenuante calor durante la mañana, frío en la tarde y lluvia en la noche, situación que le hizo colapsar físicamente.
Además, también tuvo que enfrentarse a la rotura de uno de los ejes y neumático de su bicicleta. Adalto tuvo que esperar a que abriera una tienda para poder cambiar la pieza de su antigua bicicleta que data de 1989 y proseguir su camino.
Pero no hubo nada que lo detuviera y el hombre llegó 4 días antes de la graduación de su hija. La ceremonia, debido a la pandemia, tuvo que realizarse online, pero fue lo que más había esperado en toda su vida.
Pudo verla convertirse en una gran bailarina
Ahora, además de graduarse, Cecilia ya cuenta con un contrato para continuar con su carrera profesional de bailarina. ¡Enhorabuena por esta inquebrantable familia!
Siempre se debe agradecer y cumplir con cada promesa realizada. No te vayas sin compartir el emotivo gesto de este padre.