La vejez debería ser una etapa en la que las personas mayores sean llenadas de mimos y cuidadas por sus familiares. No obstante, muchas veces los ancianitos son objeto de los peores tratos a manos de sus seres queridos, los mismos a los que siempre procuraron en su juventud.
Esta es la triste historia de un ancianito que fue dejado a su suerte por su familia, sin ninguna contemplación, después de no haber sido admitido en las instalaciones de un asilo debido a sus múltiples problemas de salud.
Todo sucedió en las inmediaciones de un desolado basurero de autos, en la colonia Francisco Villa de Ciudad Madero, Tamaulipas, México. Cuando al lugar llegó personal de la Cruz Roja al haber sido notificados de que un hombre de edad avanzada llevaba varios días viviendo dentro de un viejo automóvil.
Al ser rechazado por el asilo, simplemente decidieron deshacerse de él
Tras abrir la puerta del vehículo en cuestión, los rescatistas se encontraron con una de las más deplorables escenas. Un anciano de 65 años de edad se encontraba al interior, sin mayor cobijo que una vieja manta.
El viejecillo fue revisado por los rescatistas, quienes comprobaron que el hombre había estado enfermo de coronavirus. Pero, además, también presentaba signos de encontrarse enfermo de tuberculosis, esa había sido la razón por la que la residencia para ancianos no pudo recibirlo.
Al anciano el amputaron una pierna
Al enterarse de su injusta historia, las autoridades locales de la institución social llamada DIF intercedieron para localizar a los familiares del ancianito. Después de haber dialogado con la familia, accedieron a llevarlo consigo y cuidarlo mientras se recupera de la tuberculosis.
Para garantizar que no sea dejado nuevamente a su suerte, será el propio DIF quien se encargue de construir una pequeña habitación para que el ancianito pueda permanecer seguro y aislado hasta recuperar su salud.
“Dicen que lo que le haces a tus padres, con tus hijos lo has de pagar. Ojalá y Dios los castigue viviendo mucho y envejeciendo de la peor manera, para que igual sus descendientes los echen a la calle como la basura qué son”, comentó un molesto internauta.
Cuando finalmente sane de la tuberculosis, el ancianito será trasladado a un asilo óptimo en el que no tenga que atravesar por ninguna mala experiencia otra vez. Siempre es duro vivir separado de la familia, pero en este lamentable caso se encontrará mucho mejor en manos de especialistas.
Historias como estas nos rompen el corazón en mil pedazos y nos hacen ver la importancia de nunca dejar de lado a esas personas que tanto se han sacrificado por el amor a su familia.
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