¿Te imaginas el sentimiento devastador de estar separado de la persona que amas a causa de una terrible enfermedad, con la incertidumbre de no saber si podrás volver a verla? Esta es la situación a la que han tenido que enfrentarse cientos de parejas alrededor del mundo a causa de la pandemia de COVID-19.
Siempre han sido inseparables
Masako «Terry» Martínez, de 86 años, y Frank Martínez, de 93 años, son una hermosa e inseparable pareja de Illinois, en los Estados Unidos. Han estado casados durante 63 largos años, pero tras contraer coronavirus fueron separados abruptamente.
Masako enfermó el pasado 22 de enero, mientras que su esposo el día 25 del mismo mes. Ambos fueron trasladados a las instalaciones del hospital de su ciudad, llamado St. Elizabeth’s, y colocados en áreas separadas.
Esta fue la primera vez en decenas de años que la pareja se vio forzada a separarse. La enfermedad ha llevado al límite a sus organismos, pero nada les ha causado tanto pesar como el hecho de no poder compartir tiempo juntos.
Al darse cuenta de la profunda tristeza que les causaba su separación, las enfermeras del hospital, Kim Presson y Hannah Schlemer, decidieron organizar una emotiva reunión en la que pudieran disfrutar de una hermosa cena romántica.
Fue así como las camas de hospital de Masako y Frank fueron colocadas una al lado de la otra. Sus semblantes llenos de felicidad lo decían todo, estaban más que dichosos de poder verse nuevamente, tomarse de las manos y comer juntos, tal como han hecho durante todos sus años de matrimonio.
El hospital compartió el hermoso momento entre la pareja en sus redes sociales, sin esperar que la iniciativa se robaría los corazones de los internautas. Todos agradecieron enormemente el buen gesto por parte del personal médico.
«¡Impresionante! ¡Oraciones a ambos por una pronta recuperación y por el personal del hospital St. Elizabeth’s que los cuida! Gracias por todo lo que hacen, pero especialmente por su compasión”, señaló un internauta.
Pese a lo graves que están cada uno, la pareja no hace más que pensar en el bienestar del otro, por encima de todas las cosas. Una razón más por la que los médicos del hospital les han tomado un gran afecto especial y no dudan en ayudarles a seguir estando juntos, siempre que las medidas de seguridad se los permita.
«A pesar de los propios problemas médicos de Frank, su única preocupación es el bienestar de su esposa. Su historia de amor es tan especial que tocó nuestros corazones.
Sé que es difícil para todos nuestros pacientes estar aquí, así que cualquier cosa que podamos hacer para traerles un poco de alegría es siempre importante para nosotros en el hospital St. Elizabeth’s”, señaló uno de los médicos del lugar.
Con todo el amor que se tienen, seguramente muy pronto esta pareja podrá volver a reunirse en su hogar, para poder seguir disfrutando de compartir cada día juntos.
Celebra el amor y nunca dudes en ayudar a los ancianitos que más lo necesitan para mantenerse animados. Comparte.