Dar a luz siempre es un momento mágico para los padres que esperan ansiosamente la llegada de sus pequeños bebés, sobre todo cuando el universo les regala tres de ellos en una misma ocasión.
Pero, lamentablemente, no todos los nacimientos pueden tener un feliz final y algunas familias ven truncados sus sueños inesperadamente.
Esperaban felizmente a sus trillizos
Este es el drama al que se enfrenta una familia brasileña, compuesta por 7 hijos, quienes quedaron sin el abrigo y cuidado de su madre. Su nombre era Camila Cassimiro da Conceição, quien con 32 años de edad será recordada como una mujer cariñosa, juguetona y dedicada a su hogar.
El sueño más grande de Camila era poder conseguir, junto a su esposo, un buen trabajo con el cual cubrir las necesidades de su gran familia. En sus primeros dos embarazos Camila tuvo dos niñas; en el segundo se sorprendió al tener gemelas; y en el tercero ¡tuvo trillizos!
Pese a que no esperaba estar embarazada y, por el contrario, sospechaba que los síntomas que experimentaba eran ocasionados por el coronavirus, Camila y su pareja se llenaron de dicha al saber que serían padres otra vez.
Toda la familia celebró junto al matrimonio el embarazo de Camila, viendo crecer llenos de esperanza su enorme barriguita. Todo parecía marchar con normalidad, hasta que el pasado 28 de enero esta amorosa madre perdió la vida a causa de una hemorragia.
“Siempre se reía, estábamos muy unidos, nunca peleábamos. El embarazo fue tan bueno, todo iba tan bien, no lo entiendo”, señaló Altamir Santos, hermano de Camila.
Ahora, el escenario es desolador para José Cleber Xavier Cardoso, de 34 años, esposo de Camila. Trabaja como albañil y vive con sus 7 hijos en una pequeña casa alquilada de tan solo dos habitaciones.
Camila vivió su embarazo con mucha ilusión, esperando ansiosamente poder conocer a sus bebés y cuidar de ellos.
Aunque se preocupaba por los pocos ingresos que tenía su familia, por lo que decidió comenzar a elaborar artesanías para ayudar con los múltiples gastos, labor que realizó hasta ingresar al hospital para que le fuera realizada una cesárea que se esperaba no tendría complicaciones.
«Camila estaba segura de que iba a volver a casa con sus hijos, de que todo iba a estar bien», afirma Jucileide Cardoso, tía de los bebés.
Vitória, Breno y Valentina nacieron a las 36 semanas de gestación sin ningún problema de salud
Efectivamente, la cesárea se realizó sin complicaciones y los médicos confirmaron que los cuatro miembros de la familia se encontraban a salvo. No obstante, todo cambió de un momento a otro, cuando Camila comenzó a padecer de un inmenso dolor y tuvieron que retirarle el útero, sin que pudiera recuperarse de ello.
José no pudo acudir a despedirse de su esposa por falta de recursos económicos, pero dedicará su vida entera a cuidar de los hijos que fueron todo para el amor de su vida.
¡Todo saldrá bien, un ángel los cuida desde el cielo!
El caso de esta familia ha tocado el corazón de miles de personas en las redes que lamentan el trágico desenlace que sufrió la madre. Compartamos un mensaje de solidaridad con sus seres queridos.