La amistad sincera muchas veces se convierte en un vínculo único, y eso fue lo que paso con Haley Bridges de 17 años, y Hokule’a Taniguchi de 19 años, quienes trabajan juntas en un restaurante de comida en los Estados Unidos.
Haley trabaja en el establecimiento de comida ubicado en Wisconsin desde finales de agosto de 2020, y ahí se hizo amiga de Hokule’a, quien es oriunda de Honolulu.
Su amistad en poco tiempo se convirtió en una hermandad que las volvió inseparables. Las chicas compartían juntas hasta en sus ratos libres. Para Haley, trabajar en ese local era algo que le encantaba.
“No solo la gente que trabaja aquí es increíble, sino que he aprendido muchas cosas. Siempre tengo ganas de ir a trabajar, es como si fuera mi segunda familia”, dijo Haley.
Haley dice que con Hokule’s, a quien apodan de cariño Hoku ha encontrado a una hermana.
“Lo que hacemos la mayor parte del tiempo es relajarnos. Somos muy espontáneas, así como nuestro pequeño grupo de amigos cercanos”, agregó Haley.
Durante la fiesta de Navidad de la empresa celebraron una rifa en la que se sortearía un automóvil para el trabajador ganador. Cada empleado recibía un número según la cantidad de horas que habían trabajado.
En ese momento, a los amigos de Hoku se les ocurrió darle una sorpresa. Para ninguno de ellos era un secreto que la joven se movilizaba en una bicicleta al trabajo, incluso con las bajas temperaturas de los fríos inviernos, entonces decidieron que si alguien ganaba el automóvil se lo regalaría a Hoku.
“Una vez que uno de los jefes dijo mi nombre Hoku y yo nos miramos, fue entonces cuando ella comenzó a llorar. No había visto mucho su lado emocional. Ella es una persona muy feliz y divertida. Nos miramos y yo también comencé a llorar”, dijo Haley.
Finalmente, Hoku ya no tendría que ir más en bicicleta hasta el restaurante, gracias a su amiga, finalmente tendría un automóvil propio.
“Nos abrazamos fuerte y lloramos tanto. Todos los demás estaban llorando y otros aplaudiendo. Todos los que estábamos cerca nos dimos un gran abrazo grupal. Se sintió tan irreal experimentar esto”, contó Haley.
Con el premio de la rifa también llegaron otras cosas buenas.
“Al mismo tiempo que recibió el automóvil, también le dieron la aprobación para alquilar un apartamento ubicado más cerca del trabajo. ¡Es una locura ver su auto en el estacionamiento, y me alegro de que tenga un viaje confortable al trabajo y al supermercado también!”, agregó Haley.
Gracias al gesto de su amiga y al resto de sus compañeros esta joven podrá mejorar su calidad de vida. Ellos demostraron que la amistad verdadera sí existe, y nos recordaron la importancia de la generosidad.