Ser felices y tener pensamientos positivos para consigo mismo, pero que además influyan en los demás, no es una condición que se adquiera como por arte de magia, es una elección individual de vida.
Cuando conocimos de la historia de Enrique Trejo, un conductor del Metro de la Ciudad de México, de 56 años de edad, nos dimos cuenta de que, para él, la felicidad no es una cima a alcanzar. Es, más bien, un estado de ánimo.
Este hombre posee una sonrisa tatuada en los labios, no en vano se le conoce como el “conductor más feliz del metro”. Dio con una excelente estrategia para animar a sus pasajeros, a través de mensajes cargados de palabras de aliento y positivismo, en medio de esta nueva normalidad que nos ha tocado vivir a todos.
Con 31 años de experiencia surcando los rieles subterráneos, ha tenido que lidiar últimamente con un incremento sustancial del volumen de pasajeros. Sin embargo, esto no le ha quitado ni un ápice de buena vibra a este “chofer feliz”, empeñado en regar con un poco de alegría y optimismo a los usuarios.
A pesar de que son miles los seres anónimos que transitan por los vagones, Enrique sabe muy bien que el gesto de hacer olvidar a los usuarios del metro de sus problemas, es indispensable para la vida de muchos.
Está al frente de la ruta que atraviesa la línea 8, entre las estaciones de Garibaldi y Constitución de 1917. A lo largo de varios kilómetros, Enrique, no solo utiliza su espíritu alegre y bonachón para divertir, sino también aprovecha para crear conciencia en los pasajeros, acerca de los peligros de la pandemia.
Según nos cuenta Trejo, al principio la gente pensaba que estaba loco. Dice que la sensación fue bastante extraña, pero no le dio importancia y continuó con su trabajo.
“Al principio, la gente me veía como preguntándose: ‘Y a este loco, ¿Qué le pasa?, pero, con el tiempo se convirtió en una rutina, y ya con un ‘hasta luego’ se despiden de mí”, aseguró el conductor.
Como todos sabemos, aún no se ha levantado la emergencia sanitaria en México. El país se encuentra todavía en fase 2, foco naranja, por lo cual, resulta de vital importancia seguir los protocolos de seguridad impuestos por las autoridades.
“Recuerden usar mascarilla, guantes, alcohol o jabón antibacterial. La pandemia no es cosa de juego. Cuidarse es también cuidar a los seres queridos”, dice Enrique Trejo, entre otros muchos mensajes a sus usuarios.
Pero, lo más maravilloso es ver cómo este hombre se desvive por hacer más plácido y calmo el viaje de las personas. La manera cómo las invita a sonreírle a la vida, y a no dejar que los problemas los arropen. Según dice, la vida es más sencilla de vivir con una actitud positiva.
Lucía, una usuaria del Metro, opina que los mensajes de Trejo levantan el ánimo. Por su parte, Marcela, también pasajera de Enrique, afirma que una sonrisa no es la solución a todos los problemas, pero puede ayudar mucho alguien quien, posiblemente pueda estar viviendo un mal momento.
Sin embargo, no todos lo aplauden. Enrique asegura que se ha encontrado con individuos bastante maleducados, quienes le han criticado, a pesar de su amabilidad y buen servicio. Pero dándose la vuelta con una gran sonrisa él ha decidido ser feliz y hacer felices por momentos a los demás.
Sonriámosle a la vida como Enrique, y hagamos la diferencia, tal como nos lo enseñó este extraordinario y simpático conductor. Comparte esta historia con tus amigos.