Como todos sabemos, en el 2020, el confinamiento decretado a nivel mundial para tratar de detener el avance de la pandemia por coronavirus, afectó en todos los ámbitos de la vida. Incluso, los Juegos Olímpicos de Tokyo pautados para ese año debieron ser pospuestos para este año en curso.
Siempre causa curiosidad quién será el privilegiado o privilegiada en portar la antorcha olímpica. Pues bien, sorprendentemente, para la próxima junta se ha elegido a Kane Tanaka, una japonesa quien, a sus 118 años recién cumplidos, ostenta el récord de ser la mujer más longeva del planeta.
Ahora, los organizadores olímpicos decretaron que será Kane Tanaka quien llevará el fuego fatuo en silla de ruedas, acompañada en todo momento por un cuidador especialmente dispuesto para ella.
“Con esta decisión, los organizadores de los Juegos Olímpicos quieren dar un mensaje de esperanza al mundo entero”, dijo el nieto de Tanaka.
Fue el pasado dos de enero cuando esta venerable dama otoñal nipona volvió a soplar las velas de su tarta de cumpleaños, en un asilo de la ciudad de Fukuoka, Japón.
Ya apareció hace dos años atrás en el Libro de los Récord Guinness como la mujer más anciana del mundo, cuando alcanzó la edad de 116 años. Pero, tal parece que no tiene rival y continúa batiendo su propio récord.
Nació prematuramente el 02 de enero del año 1903 y es la séptima de 8 hermanos. Sobrevivió a dos pandemias, y a contemporáneos tales como los escritores Max Aub o el preclaro George Orwell, Eliot Ness de Los Intocables, o el filósofo y teórico alemán de la estética, Theodor Adorno.
En el año de 1922, fue obligada por sus padres a contraer matrimonio sin amor, por conveniencia, con un hombre que no había visto antes en su vida. Junto a él tuvo cuatro hijos y adoptó a un quinto, de los cuales ha sepultado ya a tres.
Guerras mundiales, cinco emperadores, recesiones y un cáncer de colon a sus 103 años han sido tan solo algunas de las escenas que desfilaron ante los ojos ya arrugados de Tanaka. Con sus 118 abriles, superó a la francesa Jeanne Calment, fallecida en 1997, y a la estadounidense Sarah Knauss, desaparecida en 1999.
“Japón cuenta con más de 70.000 centenarios. Sin embargo, Tanaka no es la primera persona de esta edad portadora del fuego olímpico. En los Juegos Olímpicos celebrados en Río de Janeiro, Brasil, fue transportado a pie por Aida Mendes, de 107 años”, dijeron desde la asociación mundial deportiva.
Según se desprende de los datos emanados del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social de Japón, al menos el 88 por ciento de los ciudadanos nipones de 100 o más años son mujeres. Lo cierto es que Tanaka será portadora de un mensaje de esperanza y fe en que la longevidad humana puede ser posible si eres pleno y feliz.
Mientras espera el gran día, Tanaka continúa haciendo sus ejercicios en el asilo de ancianos donde reside y jugando sus pasatiempos favoritos, muy feliz y agradecida con la vida. También sueña con poder viajar algún día a los Estados Unidos, país donde vive parte de su familia.
Esperamos que se pueda efectuar este evento tan importante para el deporte rindiendo homenaje a los que partieron durante la pandemia y que regrese la normalidad. Comparte esta noticia.