El amor es un sentimiento universal que todos los seres humanos somos capaces de experimentar hacia otro individuo, animal o cosa. Sin embargo, ese mismo tipo de amor depositado en la pareja va más allá del entendimiento de algunos. Y es que, no se trata de maripositas en el estómago, sino de compromiso y respeto.
Rosalyn Ferrer y Rommel Carrasco son dos tortolitos oriundos de la provincia de Pampanga, Filipinas. A pesar de que viven en la calle, han permanecido inalterables, juntos el uno al lado del otro por 24 años, construidos con dedicación y muchísima complicidad.
Se trata de un par envidiable, cuyas vicisitudes no han hecho más que fortalecer su hermosa relación. Con el pasar del tiempo, aquella frase tan repetida en las bodas, “en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza”, nunca definió tan claramente a una pareja como Rommel y Rosalyn.
Pero, lo mejor estaba por llegar para los dos eternos enamorados. Como si los propios dioses fueran testigos mudos de su amor y hubiesen decidido hablar para recompensarlos, Rosalyn y su amado ganaron una principesca boda sorpresa.
La mujer tiene 50 años y su media naranja 55. Un día decidieron contar su hermosa historia de amor a Richard Strandz, dueño de un salón de fiestas local. Emocionado por el cariño que se tienen entre ellos, decidió intervenir para ayudar y, acompañado por algunos amigos organizó la celebración por todo alto. Una boda sorpresa.
Rosalyn cumplió el sueño de su vida de una boda blanca, luciendo un vaporoso vestido de novia. Gracias a Strandz, tuvieron hasta una alucinante sesión de fotos. De repente su realidad cambió para mejor y pudo consolidar aún más el amor por su ahora esposo por ley.
“Una vez soñé con tener una boda blanca, pero fue cuando era pequeña. Esa idea desapareció de mis pensamientos hace mucho tiempo”, recordó Rosalyn.
La pareja pedía dinero para poder subsistir a los transeúntes. Había días perores que otros, pero, en general, como cualquier día que se pasa en la calle. En la calle no se vive, se sobrevive, pero el amor entre esta pareja no conoce de adversidades más que para aprender a sobrellevarlas juntos.
“Nunca tuvimos suficiente dinero y todo lo que hacemos es enfocarnos en conseguir para comer todos los días. Ahora, me siento tan bendecida de que esto nos haya sucedido. Estoy muy agradecida”, añadió Rosalyn.
Después de tanta resiliencia y de todo lo que han enfrentado hombro con hombro, sin lugar a dudas, Rommel y Rosalyn merecieron este premio y así poder confirmar su unión indivisible, a prueba de cualquier circunstancia o desafío.
El amor de pareja es un amor libre que permite mostrarnos tal cual somos, con nuestras virtudes y defectos. Y con pleno conocimiento de ello decidir cada maña estar con él sin dudar. Comparte esta hermosa historia de amor con tus seres queridos.