Pidió mochilas llenas de material escolar para su funeral en lugar de las típicas flores, fue su último deseo para seguir ayudando a los niños que lo necesitan incluso después de irse al cielo.
Tammy Waddell era una dedicada maestra que marcó la vida de todos sus estudiantes. No sólo se enfocaba en enseñar con mucha paciencia y amor sino que iba más allá y se aseguraba de que sus estudiantes recibieran apoyo emocional.
Cada uno de los estudiantes que tuvo la oportunidad de conocerla comprobó la nobleza de su corazón y se sintió agradecido por sus valiosas enseñanzas.
“Fui su estudiante y honestamente puedo decir que ella cambió mi vida para mejor”, dijo una exalumna.
Además, si los chicos sufrían alguna carencia económica ella buscaba la manera de brindarles el material escolar que necesitaban.
Durante sus años de experiencia, Tammy se mostró realmente preocupada por el problema que muchas escuelas presentaban: falta de recursos.
“Siempre vivió su vida amando a los demás. Nunca le preocupó recibir atención y se concentraba en el amor”, dijo Kevin Waddell.
Algunos estudiantes no contaban con morrales, libros y muchas otras herramientas necesarias para la educación.
Esto la inspiró a realizar varias campañas y reunir fondos para que las escuelas y los chicos recibieran ayuda. Sobre todo, aquellos que eran más vulnerables porque habían nacido en hogares con pocos recursos económicos.
Siempre se caracterizó por ayudar a quienes más lo necesitaban, conocía la importancia de que todos los niños recibieran educación de calidad para salir adelante y mejorar su calidad de vida.
Lamentablemente, Tammy fue diagnosticada con un devastador cáncer de estómago. Durante meses, dio lo mejor de sí pero terminó perdiendo la batalla contra su enfermedad dejando a su familia devastada.
Todos sus estudiantes, colegas y familiares quedaron con el corazón roto.
“Tammy era muy apasionada y sentía que todos los niños merecían una oportunidad de aprender.
Cambió muchísimas vidas durante las tres décadas en que fue maestra”, celebró un familiar de Tammy.
Durante sus últimos días, Tammy guardó un poco de sus fuerzas para realizar un pedido muy especial.
Sabía que no lo lograría y tenía una petición sobre su funeral. Se negó por completo a que le llevasen flores a su funeral, a cambio, pidió un deseo que se esforzaron por cumplir.
“Era su último deseo. Una hermosa manera de despedirse”, dijo el primo de Tammy.
En el funeral había decenas de coloridas mochilas
Lo único que quería era que llevaran donaciones con implementos escolares y eso fue precisamente lo que hicieron.
Para honrar su memoria, el lugar en el que le dieron el último adiós, se llenó de mochilas repletas de materiales escolares para ayudar a decenas de niños desfavorecidos.
La capilla en donde le dijeron un último adiós, quedó completamente llena de morrales con cuadernos, libros, lápices y colores.
“Los morrales en su funeral han invitado a muchos a ver la dura realidad de las escuelas”, dijo Kevin Waddell, hijo de Tammy.
Tammy perdió la vida en el 2018, pero hace unos días su colega y primo decidió recordar a la maravillosa maestra.
Su legado permanecerá por siempre en el corazón de quienes la conocieron y que la recordarán como una grandiosa profesional de la educación y una excelente persona.
“Mi prima pidió que en lugar de flores le llevasen morrales con materiales escolares.
Todo se donó a estudiantes de bajos recursos. Ayudó a los demás hasta el final de su vida”, dijo Brad Johnson, el primo de Tammy.
El funeral resultó verdaderamente único. Después de todo era la mejor manera de honrar la memoria de alguien que pasó su vida entera dedicada a ayudar a los estudiantes.
No hay dudas de que Tammy fue un verdadero ejemplo a seguir para sus alumnos y compañeros
Ahora, ella se convirtió en la maestra de miles de personas alrededor del mundo, porque nos deja una lección muy importante. Ayudó hasta su último aliento y se merece toda nuestra admiración por tan enorme corazón.