Es bien sabido que la familia constituye la base esencial de la sociedad con una voluntad manifiesta de preservarla y hacer que se cumpla con determinados fines como la protección, educación, evolución moral y espiritual de cada uno de sus miembros.
Pero qué pasa cuando la figura patriarcal aún y cuando no tiene los recursos para mantener a los suyos concentra todas sus energías para que su familia sea amplia, exponiéndoles a múltiples necesidades.
La familia es tal vez la que más está sufriendo las exigencias de un orden socioeconómico.
Esta es la historia de un hombre que a sus 65 años tiene 13 esposas, 176 hijos y 90 nietos.
Todo comenzó cuando Mustafa Magambo Mutone, un hombre ugandés e islamita se casó por primera cuando tenía 16 años de edad, desde entonces, no ha parado de contraer matrimonio y tener tantos hijos que es poseedor de una de las familias más grandes del mundo.
Se casó por primera vez cuando su primer hijo tenía un año de edad.
Si bien el islam otorga suma importancia al matrimonio y la conformación de la familia, considerándola una de las acciones más loable de la sociedad, organizadas como monarquía, con sucesión regular de padres a hijos donde se permite que un hombre pueda tener más de una esposa, la realidad para Mustafa se salió de las manos.
Tiene tantas bocas por mantener y grandes gastos que exigen atención prioritaria que se vio en la obligación de pedir ayuda al gobierno para que lo ayudaran a financiar la educación de algunos de sus tantos hijos.
“He tratado de alimentar a mis 13 esposas y más de 170 niños. No es fácil. Solicito al Gobierno al menos patrocine a 30 de mis hijos en escuelas secundarias e instituciones privadas”.
Mustafa es el patriarca de una gran familia que comenzó a forjar en 1968, tan solo un año antes ya había nacido su primer hijo. Su historia ya se ha dado a conocer en varios medios de su país después de solicitarle ayuda al gobierno para mantener a su familia.
Son tantos y tan seguidos que 10 de ellos tienen la misma edad que su esposa menor, quien tiene 25 años, los jóvenes ya están en la universidad por lo que el padre necesita ayuda para cubrir todos los gastos.
Quiere que sus hijos tengan buena educación financiada por el gobierno de su país.
Si bien ya muchos de sus hijos tienen esposas y han hecho su propia familia, aún tiene 49 hijos pequeños, son tantos que incluso ha pensado en crear su propia guardería.
Como si fuera poco, actualmente tiene 10 novias, aparte de sus 13 esposas, con las que espera tener más hijos.
Se considera un hombre sano por lo que planea seguir procreando.
Mustafa asegura ser un hombre sano y fuerte, que no toma, ni bebé, ni consume azúcares, un hombre que todos los días sale a trabajar como vendedor de maíz, que a pesar de tener una gran familia que le ha exigido tanto, planea continuar extendiendo su legado aunque no tenga los recursos económicos necesarios para atender a una familia tan numerosa.
Este caso da mucho de qué hablar, y nos invita a reflexionar sobre las implicaciones y compromisos de la paternidad.