Kelsi Pierce y su esposo llevaban tres largos años luchando para convertirse en padres. Habían sufrido serios problemas de infertilidad, pero estaban dispuestos a intentar cualquier cosa para lograr cumplir su sueño de formar una familia.
Los médicos diagnosticaron a Kelsi con un bajo conteo de óvulos. Pensaron que esto podía ser solucionado con fertilización in vitro, pero no dio resultados porque la mujer de 31 años tenía un revestimiento de útero demasiado delgado.
Habían comenzado a perder las esperanzas. Los tratamientos no parecían dar resultados y el médico decidió recomendarles la adopción o un vientre de alquiler.
Lamentablemente, habían pasado años gastando tanto dinero en los tratamientos de fertilización que simplemente ya no podían pagarle a alguien para que fuese su vientre de alquiler.
Estaban muy endeudados y no sabían qué más hacer para convertirse en padres. Fue entonces cuando Lisa Rutherford, la madre de Kelsi, ofreció su ayuda.
Lisa tenía 53 años y no estaba segura de que su cuerpo pudiese soportar un embarazo.
Consultó con varios médicos y finalmente le dijo a Kelsi y a su esposo que quería ayudarlos. Para ellos, no resultó sencillo aceptarla como vientre de alquiler.
No querían dejar su salud en riesgo, pero era la única opción que tenían. El 15 de febrero Lisa confirmó que estaba embarazada y los padres biológicos no cabían sí de la felicidad. No podían imaginar que la vida les tenía deparada otra enorme sorpresa.
Kelsi había dejado todos los tratamientos de fertilidad. Desde hace años ya había tomado el hábito de realizarse una prueba de embarazo una vez al mes, así que lo hizo nuevamente sin pensarlo.
La prueba dio positivo y Kelsi simplemente quedó en shock. Finalmente había logrado quedar embarazada y también se convertiría en madre del bebé que su madre estaba llevando en su vientre. Tendría dos bebés en cuestión de meses.
“No importa si te tienes que ir por una vía que no sea nada convencional. Si ser madre es importante para ti, hay muchísimas maneras de lograrlo”, dijo Kelsi.
Madre e hija pasaron los meses de embarazo compartiendo consejos. Lisa dio a luz a una hermosa bebé llamada Everly el primero de octubre.
El parto fue algo complicado porque Lisa sufría de presión arterial alta, pero gracias al duro trabajo de los médicos, ambas se encuentran sanas y salvas.
Siete semanas después, Kelsi dio a luz a una pequeña que recibió el nombre de Ava. Ahora tiene la familia que tanto había soñado.
¿Qué opinas de este inesperado final? No dudes en compartir este caso para dar a conocer el bonito mensaje de esperanza de Kelsi.