El pasado martes 27 de abril, Tomás Antonio Gimeno, de 37 años, debió entregar a sus hijas de 1 y 6 años a su ex pareja Beatriz Z., madre de las menores. Pero no cumplió con el acuerdo establecido y se comunicó con ella para amenazarla diciéndole que no volvería a verlas.
Desde ese momento, ella acudió a las autoridades para denunciar el hecho y la policía emprendió un operativo de búsqueda para dar con el paradero del hombre y las niñas.
Comprobaron según la grabación de las cámaras de seguridad del puerto deportivo Marina Tenerife, que Tomás zarpó en su embarcación a las doce de la noche con maletas y bolsos.
Llegó al lugar en su vehículo después de detenerse en una estación de gasolina para comprar un cargador de teléfono móvil.
En el interior del vehículo hallaron una manta de color rosa, juguetes de las niñas y un dibujo hecho por la hermana mayor.
En la grabación no vieron a Anna, de 6 años, y Olivia Gimeno Zimmerman, de 1 año, las hijas de Tomás. El vigilante del recinto, quien sí confirmó que Tomás se dirigió al lugar para salir en su embarcación tampoco pudo confirmar la presencia de las menores.
Después del hallazgo de la silla infantil en el mar, adquieren fuerza las peores hipótesis sobre el caso. La Guardia Civil y el equipo de Salvamento Marítimo han centrado la búsqueda en el mar.
Los investigadores presumen que en el interior de las grandes bolsas de lona que Tomás subió al barco consigo podría trasladar a las menores.
Beatriz Z., recibió contundentes amenazas de su parte, uno de los mensajes decía: “No vas a volver a ver a las niñas jamás. Ni a ellas, ni a mí”.
Las autoridades con helicópteros y embarcaciones iniciaron la búsqueda que hasta este momento no ha dado resultados.
Las últimas pistas hacen que se planteen el peor desenlace
La madre de las niñas reconoció la silla infantil que encontraron en el mar, pertenecía a su hija menor.
La Policía Científica de la Guardia Civil hizo la primera inspección ocular del hecho y trasladó el yate al puerto. En la embarcación encontraron restos de sangre, pero no descartan que se trate de restos de pesca, ya que Tomás la practicaba frecuentemente.
Revisan la vivienda del hombre que raptó a sus hijas
Los agentes se dirigieron a la casa del único sospechoso de la desaparición de las menores en busca de indicios que puedan dar con su paradero. Además, hacen interrogatorios a testigos y personas de su entorno.
En el área donde fue hallada la embarcación hay una profundidad de 300 o 400 metros, en esas condiciones se aleja la esperanza de encontrar a los tres desaparecidos con vida después de casi 72 horas.
Una denuncia alarmante
La madre de las menores y ex pareja de Tomás acudió a las autoridades para alertarles de las amenazas verbales que recibió de parte del hombre desaparecido.
Por temor, no quiso hacer una denuncia formal. Los agentes abrieron las diligencias y remitieron el caso al juzgado, no acordaron ninguna medida.
Aplicaron el protocolo Viogen (Violencia de género) y el pasado mes de marzo se contactaron con Beatriz. Ella les dijo que no se habían repetido las amenazas.
Todo lo acontecido desde el mes de marzo hasta ahora forma parte de un proceso de investigación que el juez declaró secreta.
Continúa el despliegue de búsqueda por tierra, mar y aire, la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y el Grupo de Emergencias y Salvamento, rastrean varias zonas entre la punta de Anaga y Güímar, llegando incluso al sureste de Tenerife.
Salvamento Marítimo insta a todas las embarcaciones que se encuentren transitando en el lugar en el que hallaron al barco de Tomás a estar atentos a cualquier indicio que pueda colaborar con la investigación.
El caso es una desaparición de alto riesgo que es investigada por el juzgado hasta ahora como un secuestro parental. Se esperan conocer avances en las próximas horas, comparte esta noticia.