Naiara, de dos meses de nacida, se convirtió en la primera bebé en recibir un corazón de un donante no compatible.
El Hospital General Universitario Gregorio Marañón en Madrid ha sido en encargado del primer trasplante de corazón infantil de un donante en asistolia (sin latido), en un bebé de pocos meses y con incompatibilidad sanguínea con su donante.
El equipo médico solamente tenía 12 horas para volar a otro hospital y recuperar el corazón detenido de un bebé, donado por sus padres, para regresar y hacerlo latir de nuevo para poder trasplantarlo a Naiara, que permanecía intubada en la UCI.
Se trató de la primera operación cardíaca en pacientes menores de un año, con un corazón parado (en asistolia) y sin compatibilidad sanguínea.
Los padres del bebé fallecido decidieron darle la oportunidad a una bebé de seguir viviendo, su gesto, en medio de tanto dolor, hizo que la familia de Naiara recuperara la esperanza.
Naiara, era una bebé prematura de un mes de nacida que 24 horas del trasplante había sido intubada en la Unidad de Cuidados Intensivos, no tenía muchas posibilidades de vivir.
El doctor Juan Manuel Gil, jefe del servicio de Cirugía Cardíaca Infantil del Hospital Gregorio Marañón, dijo que en ese momento no tenían claro que lo que estaban a punto de hacer marcaría un hito en la medicina.
“Es lo último que piensas. Tienes a una bebé en una situación precaria, llaman, y lo que único que ves es un ángel de la guarda que te está dando una oportunidad y te pones a trabajar pensando: ‘Hay que salir de esta’”, relató el médico.
Efectivamente, salieron airosos. Ahora Naiara, con dos meses, salió de la UCI y se recupera en planta.
“Está bien, el pronóstico es bueno. Esto hace tres años, hubiese sido imposible”, dijo el doctor Gil.
En el 2018, el hospital Gregorio Marañón, activó un programa para hacer trasplantes cardíacos en niños con grupos de sangre incompatibles.
“Ha habido poquísimos casos de donación en asistolia en niños y jamás con el añadido de que los grupos sanguíneos no son compatibles”, agregó el doctor.
Desde hace menos de 10 años se practican trasplantes en asistolia de órganos abdominales (como riñones o hígados), en España, se hizo el primero de corazón con esta característica en el Hospital Puerta de Hierro el año pasado.
Naiara es la primera niña en recibir una cirugía con tan complejas condiciones.
“Los trasplantes siempre adolecen de ser pocos para el número de receptores que hay. Y en España somos afortunados por la generosidad de la gente y las familias y el trabajo de la Organización Nacional de Trasplantes”, dijo el doctor Gil.
Desde hace casi tres décadas España es líder mundial en trasplantes de órganos, en el año 2019 se registraron 5.449 trasplantes con una tasa de 48,9 donantes por cada millón de habitantes.
Sin embargo, los que necesitan recibir un corazón permanecen más tiempo en las listas de espera. Los niños, sobre todo los menores de un año son los que tienen más posibilidades de morir mientras esperan un trasplante de corazón.
“Afortunadamente, fallecen pocos niños, pero los niños que tenemos en lista de espera tienen pocas probabilidades de recibir un corazón. Por eso es tan importante incrementar el número de donantes en los grupos de edad más vulnerables”, dijo el doctor Gil.
El especialista dijo que hace poco no se planteaban trasplantar un corazón que tuviera minutos sin latir.
“En una extracción convencional, lo que llamamos muerte cerebral, cuando el cirujano llega se encuentra al donante con el corazón latiendo, comprueba que está en buenas condiciones, lo para, lo extrae, lo empaqueta con hielo y lo trae al hospital”, explicó el médico.
Si el corazón ya se ha detenido el procedimiento es diferente. “En asistolia, cuando el cirujano llega, el corazón ya lleva unos minutos detenido, primero hay que reanimarlo con una máquina similar a la que usamos en operaciones convencionales (ECMO, un sistema de circulación extracorpórea), y cuando el corazón late y se comprueba que es apto, se sigue el mismo protocolo”.
Consiguieron una hazaña que hizo historia en 12 horas
El equipo médico a cargo del trasplante de Naiara tuvo solamente 12 horas para todo el procedimiento en el que debían salvar ese corazón del tamaño de una ciruela.
Cuando el donante y el receptor están en el mismo hospital es más sencillo, pero en este caso debieron trasladarse fuera de Madrid para buscar el órgano.
José Ángel Zamorano, perfusionista del Hospital Gregorio Marañón, es el encargado de “ser el corazón y los pulmones del niño durante la cirugía, durante el proceso de injerto”.
Los perfusionistas tuvieron que viajar con los cirujanos cardíacos infantiles al hospital del donante para recuperar el latido y poder trasladar el corazón e implantarlo.
Tuvieron que recuperar el corazón dos veces, asimismo, tuvieron que modificar toda la bomba de circulación extracorpórea para adoptarla a un niño tan pequeño.
Necesitaron lupas con aumento y una extrema precisión, cuando trasplantaron el corazón empezó a latir con fuerza y se sintieron satisfechos.
Antes de que Naiara naciera, en ese hospital le diagnosticaron problemas cardíacos, desde el centro donde controlaban el embarazo de su madre, en otra comunidad autónoma, la remitieron al Área del Corazón Infantil del Gregorio Marañón, centro de referencia nacional para cardiopatías congénitas desde el feto.
Los médicos consiguieron que los órganos de Naiara maduraran y lograron estabilizarla para que pudiera ser candidata a un trasplante cardíaco. Sin embargo, advirtieron a sus padres que había pocas posibilidades porque a esa edad era muy difícil conseguir un donante.
Hasta que finalmente, gracias a la generosidad de otros padres llegó la oportunidad que esperaban.
La noticia ha conmovido a todo el país, es admirable el trabajo que hizo el equipo médico para salvar a la pequeña, su extraordinaria labor representa una esperanza para millones de familias. Compártela.