Es bien sabido que la pandemia debido al COVID-19 ha transformado la vida de millones de personas en el mundo. Más de 160 millones de personas se han contagiado, lamentablemente, otros millones han muerto debido a la enfermedad del coronavirus.
La soledad y enajenación debido al sentimiento de pérdida del ser amado ha sido inevitable. Encontrar consuelo y fortaleza parece todo un reto para quienes no tuvieron la oportunidad de despedirse de algún familiar o ser querido, el recuerdo parecer ser el mejor instrumento para encontrar la paz que muchos necesitan en un contexto tan agitado.
Una madre angustiada por recordar a su hijo fallecido insiste en oler el perfume que usaba.
Esta es la historia de Doña Wanda, una mujer de tercera edad, que a sus 76 años, perdió a su hijo Alexander Terra, quien falleció víctima del COVID-19 el 04 de marzo del presente año. Doña Wanda vive en Brasil, este es uno de los países más afectados por coronavirus.
Según las cifras difundidas por el Ministerio de Salud se registran un total de 16.275.440 casos hasta la presenta fecha, esta cifra hace que el país sudamericano sea el tercero con más personas contagiadas en el mundo, presidiéndole Estados Unidos e India respectivamente.
Más de 456 mil personas han fallecido por coronavirus en Brasil.
Para Doña Wanda, la pertenencia que más le ayuda a recordar a su hijo es un perfume que solo usaba cuando iba a visitarla. Por lo que conservarlo el resto de su vida era lo que más deseaba. Mientras abrazaba al frasco, la hermana de su nuera la vio llorando. Karyne Leão comentó al respecto:
“Fui a su casa con una misión que me partió el corazón: llevarme las pertenencias de mi cuñado Alexandre Terra, quien falleció el 4 de marzo por COVID, dejando a mi hermana viuda y a mi sobrina de 15 años huérfana de padre.
Su casa estaba amarilla, florida y fragante, pero vi a doña Wanda muy triste.
Lloraba sosteniendo un frasco de perfume de O Boticário y ese frasco tenía menos de un dedo meñique de perfume… esa escena me conmovió profundamente, porque está claro que el dolor de la ida de su hijo había destrozado a doña Wanda, se ve, ese perfume era el tesoro para ella”.
Ante ello, Karyne quiso hacer algo por Doña Wanda, obsequiarle varios perfumes del que usaba su difunto hijo, sin embargo, cuando fueron a comprarlos descubrieron que la marca los había dejado de fabricar.
“Necesito guardar este poquito de aquí para oler a mi hijo amado”. Comentó Doña Wanda.
Karyne no se daría por vencida, por lo que escribió a O Boticário solicitándoles que fabricaran el perfume aunque sea de edición limitada, con la única intensión de brindarle algo de alivio a la desconsolada madre.
Increíblemente, el fundador de la marca leyó directamente la carta y sorprendió a todos con sus respuestas.
“Querida Doña Wanda, somos conscientes del significado que este perfume Annete tiene en sus recuerdos. Decidimos, con el apoyo de nuestro equipo de fábrica, hacer algunas unidades de esta fragancia, especialmente para usted. Quería contarle que Anette es mi primera hija y que el perfume fue creado en el momento de su nacimiento”. Miguel Krigsner, fundador de O Boticario.
Gestos como estos nos recuerdan que son los pequeños detalles los que hacen la diferencia. Hay recuerdos imborrables que se quedan tatuados en nuestra alma. Y para esta madre, una fragancia lo es todo ante la ausencia de su hijo.
Recordemos que en estos tiempos tan difíciles ser amable es el mejor gesto de amor. Por favor, no te descuides y recuerda que cuidarnos es tarea de todos. ¡Comparte!