La sonrisa alegra el rostro de cualquier persona y cuando se trata de un niño no hay ninguna duda de que el efecto es aún mayor. Pero un menor en Brasil, por una razón insospechada, no quería volver a sonreír, por fortuna una odontóloga que llegó al fondo del asunto y lo que logró emocionó a los internautas.
No hay nada más bello que la sonrisa de un niño
Ryan Coutinho es un niño de 6 años que vive en una ciudad humilde en Brasil, y cuando apenas tenía tres comenzó a presentar problemas de caries al punto de que fue perdiendo casi todos sus dientes.
Su madre estaba preocupada porque desde ese momento no quiso abrir su boca, ni siquiera se permitía esbozar una ligera sonrisa ante los demás, estaba muy triste y avergonzado.
Amanda, una joven odontóloga, supo del caso y se interesó por la situación, buscó la manera de ponerse en contacto con la madre para dar una solución médica a la problemática. En efecto, se encontraron y pudo evaluar con sumo detalle el cuadro clínico bucal de Ryan.
«Nunca había visto algo como esto», dijo Amanda.
De inmediato se ofreció para dar al niño una dentadura completa pero la progenitora del niño no estaba muy segura de aceptarlo, temía que nuevamente volviera a perderla y repetir la desagradable experiencia por la cual ya habían pasado.
«Todos eran muy humildes, vivían fuera de la ciudad y no comprendían los procedimientos», agregó la odontóloga.
Pasaron dos años del ofrecimiento y por casualidades de la vida, la mujer buscaba empleo y consiguió trabajo justamente en la clínica donde la doctora tenía instalado su consultorio, así que se encontraban con frecuencia y Amanda le preguntó sobre la situación del niño.
Otra causalidad ocurrió, uno de los dientes del menor comenzó a darle mucho dolor y lo llevaron a la consulta de Amanda, y en ese momento aprovechó para conversar directamente con Ryan para saber qué pensaba de su situación y la respuesta la alegró mucho.
«Le pregunté lo que quería. Sonrió y dijo que quería una sonrisa como la de sus amigos», explicó Amanda.
Era la oportunidad perfecta para que Ryan tuviera una dentadura hermosa y completa. Así que le volvió a hacer el ofrecimiento a la madre, quien estuvo de acuerdo pero prefería no tomar ninguna decisión sin consultar primero con su esposo, y finalmente ambos aceptaron.
No tuvieron que pagar nada por el trabajo, Ryan ahora puede sonreír sin ningún temor, fue un maravilloso momento para todos, Amanda les informó que cuando cumpla los dieciocho años puede tener otro implante y ella está dispuesta a seguirlo apoyándolo.
Comparte esta linda historia con todos tus amigos y no dudes en hacer todo lo posible para que los niños nunca dejen de sonreír.