La honestidad es un valor apreciado y tal vez no abunda tanto como quisiéramos, por eso encontrar a una persona que la posea será siempre algo muy valorado. Eso fue lo que le ocurrió a un hombre en Brasil, cuando perdió sus pertenencias no creyó nunca que todo terminaría de tan buena manera.
Trabajó arduamente para poder ahorrar dinero
Stênio da Silva es un hombre de 42 años de edad que trabaja como albañil. Y las ultimas dos semanas se había esforzado en ahorrar todo lo que había ganado en su trabajo con la finalidad de reunir y poder comprar un teléfono que necesitaba.
Y justo cuando entró a la tienda y se disponía a sacar su dinero se dio cuenta de que había perdido la billetera con todo lo que contenía en ella. No podía creer que le estuviera pasando eso justamente a él, después de tanto esfuerzo para llegar a esa cantidad y perderlo de esa manera.
“Me dolía la cabeza, me sentía desesperado y salí a la calle para ver si podía encontrar o ver a alguien comentando. Como no vi nada, me fui, dándolo como causa perdida”, expresó el hombre.
Lo había intentado todo y se tuvo que ir con las manos vacías. Lo que jamás imaginó es que un sexagenario que pasaba por la calle Rua Santos Dumont encontró la billetera y al no ver a nadie cerca, decidió llevarla con las autoridades para que encontraran a su dueño.
“Una billetera con más de 232 dólares y sin la dirección del propietario. Eso es lo que un hombre de 65 años, que no quiso ser identificado, encontró este sábado 15 en el centro de Belo Horizonte. Con dificultad para localizar al propietario, pidió ayuda a la Guardia Municipal de la capital”, dijo el agente Claudinei Gomes, encargado de resguardar la billetera.
Pero lo que más sorprendió al policía fue que la billetera no solo tenía en su interior toda la documentación personal de Stênio, sino que conservaba el dinero. En 15 años de trabajo en la Guardia Municipal, nunca había visto algo parecido. Buscó cada documento con la intención de encontrar un nombre, al tenerlo usó las redes sociales para contactarlo y en una de las conversaciones encontró un número telefónico y así pudo ubicarlo.
“Es una emoción que no se puede explicar. Incluso me di por vencido por teléfono. Reflexioné sobre el valor del dinero. Realmente quiero agradecer a esta persona que la encontró. Qué Dios lo bendiga”, dijo el feliz Stênio.
Lo sucedido es una muestra de que aún existen personas honestas, y es importante compartir experiencias como estas para que todos los demás se den cuenta. Sin duda alguna, que a pesar de las miserias humanas que también existen, los buenos somos más en la tierra.
No te retires sin compartir esta maravillosa historia con todos tus amigos, y no olvides que las pequeñas acciones hacen la diferencia en el mundo.