Para cualquier persona discapacitada, un viaje en el Metro, sobre todo en los sistemas de transporte público latinoamericanos, representa toda una peripecia, aunque para un hombre en silla de ruedas pareciera no ser mayor problema, pues demostró que su condición no le impide subir y bajar las escaleras con suma destreza.
La increíble habilidad del usuario al bajar sentado en su silla las escaleras del Metro de Ciudad de México, ha causado entre los usuarios mexicanos de las redes sociales una honda admiración. Las imágenes fueron compartidas acompañadas con un texto.
“Estación de metro. No hay imposibles”, se lee en la publicación.
Y es que, al igual que sucede en muchos otros países, algunas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC), no cuentan con rampas o elevadores para facilitar el traslado de los discapacitados, instalaciones que estos piden a gritos para poder desplazarse más fácilmente.
La escena muestra cómo el joven se coloca de espaldas y, tomado del barandal, comienza a descender los escalones con una extraordinaria habilidad para manejarse en su silla de ruedas.
El hecho ocurrió en la estación de la Línea 7 del Metro de la Ciudad de México. En este país norteamericano, al menos el 16.5 por ciento de los habitantes tiene alguna capacidad diferente, de acuerdo con el censo 2020 realizado por el INEGI.
Sin embargo, a pesar de la gran población de personas con condiciones especiales, no existe infraestructura que les permita tener la movilidad requerida. Por eso, el joven baja las escaleras de una vez y ya, con una agilidad sorprendente.
Una admirable actitud ante los problemas cotidianos de la vida
Aunque, el gobierno capitalino ha otorgado acceso gratuito a las personas con alguna discapacidad, y colocado algunos elevadores en algunas estaciones, estos, o no funcionan, o son usados por personas que no los necesitan
“Que arreglen los elevadores del Metro, no tienen por qué batallar todavía con eso. Los hay, pero nunca funcionan. Mi abuela y mi mamá son personas con discapacidad, muchas veces esperamos elevador, porque sube gente que sí puede caminar, pero es muy floja”, escribió una usuaria.
Tal parece que, estos seres con algún problema para moverse con normalidad, son siempre los grandes olvidados de los gobiernos, pero, además, de los arquitectos encargados de la construcción de los sistemas de transporte.
Incluir a individuos con discapacidades en las actividades cotidianas, y auparlos para que ejerzan roles similares a los de sus compañeros que no tienen este tipo de inconvenientes, implica mucho más que simplemente animarlos. Es necesario garantizar políticas y prácticas adecuadas para todas estas personas.
Mientras tanto este joven nos da una gran lección de vida
Comparte esta historia de perseverancia y resiliencia, que ya acumula 50 mil visitas en Internet. Definitivamente, querer es poder.