Para un padre no hay dolor más grande que ver sufrir a un hijo, para la gran mayoría la prioridad es velar por su bienestar físico y emocional y por su felicidad el resto de su vida.
Por eso, si alguien les hace daño lo más común es que sientan indignación y rencor. Pero este padre demostró que en su corazón había espacio para la empatía y la comprensión en uno de los momentos más duros de su vida.
El hecho sucedió en Brasil y las escenas le dan la vuelta al mundo, se trata de un padre que se acercó al conductor que atropelló por accidente a su hija de 10 años.
Lejos de reclamarle, el padre abrazó al hombre para ofrecerle su consuelo haciéndole saber, ante el asombro de los testigos, que reconocía que había sido un accidente.
El pasado jueves 15 de abril en la ciudad de Curitiba, Brasil, un vehículo arrolló a la menor que cruzaba la calle mientras intentaba alcanzar su pelota.
El conductor se llevó las manos a la cabeza en un acto de desesperación pidiendo ayuda para socorrer a la niña. Justo en ese momento, apareció el padre de la niña quien la revisó de inmediato pidió ayuda a emergencias.
Mientras llegaba la ambulancia al lugar, él se acercó al afligido conductor para abrazarlo en una escena que dejó a los presentes sin palabras y muy conmovidos.
“No tengo nada que perdonarte. No lesionaste a mi hija porque querías, no fue porque quisieras, fue una fatalidad. Así que lo único que te pido, de corazón, es que reces. Reza por mi hija, para que vaya bien y sobreviva”, le dijo el padre al conductor.
El hombre que arrolló a la niña se veía muy afligido y arrepentido, aunque él no tuvo responsabilidad directa en el accidente en el que lo sorprendió la menor sin darle tiempo de controlar el auto, se sentía importante y triste.
El vídeo captado con el teléfono móvil de uno de los testigos del hecho no tardó en generar miles de reacciones en las redes.
Aunque no se reveló la identidad de las personas involucradas en el accidente, ni del padre de la menor, se pudo conocer según medios de comunicación locales que el conductor no fue a prisión.
Además, se conoció que por suerte la menor solamente sufrió lesiones leves de las cuales se recuperó. Rápidamente recibió el alta médica para terminar su recuperación junto a su familia.
El acto de solidaridad del padre se convirtió en un ejemplo de empatía y comprensión para el mundo. Compártelo.