Wesley Prosser, tenía solo 22 años cuando su vida cambió para siempre. Amante del ciclismo y actividades extremas tuvo que volver a aprender a caminar después de pasar seis meses en el hospital.
Wesley había iniciado su día como cualquier otro, pero de repente comenzó a sufrir síntomas similares a los de un resfriado común, su situación empeoró cuando empezó a delirar por lo que fue trasladado de urgencia al hospital.
El joven comenzó a sufrir los síntomas en el 2017.
Su estado de salud era delicado, fue diagnosticado con encefalitis autoinmune, una afección que causa hinchazón en el cerebro y puede provocar confusión, convulsiones y sensación de debilidad.
El joven pasó seis meses inconsciente, cuando despertó había perdido gran parte de sus recuerdos, no podía caminar ni hablar. Al respecto comentó:
“Era literalmente un recién nacido de nuevo. Cuando me desperté, no podía caminar, no podía hablar”.
Cuando Wesley despertó sintió que su mundo se vino abajo, no veía ninguna esperanza y pensó que nunca más volvería a caminar, montar bicicleta o realizar senderismo, actividades que hacía con frecuencia antes del accidente.
Wesley no recordaba los seis meses que pasó que pasó en el hospital, hacía un esfuerzo enorme por reconocer a algunos familiares y amigos pero todo esfuerzo era vano.
El joven es de Santa Rosa, California-Estados Unidos.
No fue sino con mucha terapia que Wesley empezó a recuperar las fuerzas y sintió que su mundo no se había acabado por completo.
“Me desperté en el hospital y volví a ser literalmente un recién nacido. Estaba confundido. Habían pasado seis meses desde que me enfermé y no tengo ningún recuerdo de esos seis meses antes.
Hubo algunas personas que no reconocí. Mis dientes estaban muertos básicamente porque no los había estado cepillando durante meses mientras estaba en cama. Tuve que reiniciar mi vida a los 22 años”.
Wesley tuvo que volver a aprender a realizar actividades básicas como caminar, hablar, escribir y comer. Destaca que la mayoría de sus amigos desaparecieron de su vida, pero cuenta con el apoyo de un círculo pequeño que valora y agradece que se hayan quedado pese a las adversidades.
Afortunadamente, gracias a las terapias ha progresado mucho y ya puede caminar sin ayuda. Esta seguro que logrará sanar por completo y llevar una vida normal como antes. El año pasado se comprometió con su novia, Griselda, planean casarse en los próximos meses.
“No puedo esperar para casarme. Las cosas finalmente están mejorando. Mucha gente que pensaba que se preocupaba por mí se fue, así que ahora tengo un grupo más pequeño de amigos, pero son personas que realmente se preocupan por mí.
Puedo caminar un poco ahora, pero no perfectamente porque cuatro años después aún estoy tratando de recuperar fuerzas. Todavía estoy progresando con mucha terapia y muchas sentadillas y estoy muy feliz de lo lejos que he llegado”.
Para Wesley cada día es una nueva oportunidad para agradecer y sacar lo mejor de sí, confía que con mucho esfuerzo, dedicación y el apoyo de las personas que lo aman incondicionalmente logrará estar completamente sano.
En medio de las dificultades sabemos quiénes son nuestros verdaderos amigos, Wesley perdió unos en el proceso, pero ganó otros que han demostrado su lealtad.
Una palabra de aliento siempre es bien recibida, pero estar cuando a quien amamos lo ha perdido todo reconforta el alma. Ojalá siempre estemos rodeados de seres de luz que sin esperar nada nos ayudan a ser mejores. ¡Comparte!