Las personas que padecen trastornos del espectro autista son seres especiales que inspiran ternura e inocencia. Generalmente, necesitan ser cuidados para atender sus necesidades. En Brasil, un adolescente autista iba de paseo con su familia y de manera imprevista se perdió de su vista, lo que sucedió después fue realmente conmovedor.
Wilmar Borges de Moraes es un pescador que vive con su familia en Joinville, tiene dos hijos; uno de ellos, Tiago Borges de Moraes, de catorce años, es autista.
El padre tuvo que ir al pueblo en Itapema, en la costa norte de Santa Catarina, para hacer un trámite y se los llevó con él. El lunes 05 de abril les dio un poco de hambre y salieron en busca de un refrigerio.
Cuando venían ya de regreso por el malecón de Meia Praia, el adolescente comenzó a caminar más rápido y se adelantó, en fracciones de segundos no lo vieron más. Siempre habían estado muy pendientes de él, incluso por cuidarlo tanto en ocasiones se resentía y quería que le dieran más libertad.
Siempre han cuidado del pequeño y temían por su bienestar
«Padre, quiero libertad», decía muchas veces el adolescente.
La preocupación se embargó de ellos y comenzaron a buscarlo por todos lados, después de tanto esfuerzo infructuoso se dieron cuenta de que cada minuto era decisivo. Estaban perdiendo la esperanza y decidieron llamar a la policía para que los ayudara en la búsqueda.
“No pude soportarlo más, fue muy difícil para la familia”, expresó el hombre.
Pusieron una campaña en las redes sociales para encontrar al joven, y por fortuna el miércoles en la mañana un pescador de Itapema encontró al adolescente, estaba bañándose en el mar en Meia Praia. Lo rescató y condujo a la playa, tenía hipotermia, y lo primero que dijo era que quería una Coca-Cola.
No saben qué hizo mientras estuvo perdido
El Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) lo trasladó al Hospital Municipal de Santo Antonio para someterse a una evaluación médica y recibir los cuidados respectivos. No se tiene información de qué ocurrió en los dos días que estuvo desparecido, pero los familiares estaban felices de haberlo encontrado.
El padre estaba muy agradecido con todos los usuarios de las redes sociales que compartieron las imágenes, eso facilitó las cosas. Su hijo estuvo circulando por la ciudad desde el lunes, sin dormir ni comer, estaba debilitado, con hipotermia y marcas de rasguños en todo el cuerpo.
“Sufrió mucho. Las personas autistas necesitan mucha atención, y él estaba solo estos días, sin comida, sin agua, es una situación difícil”, dijo el padre.
Al parecer no era la primera vez que el adolescente se les desaparecía, a pesar de que siempre están al tanto de todos sus pasos, pero nunca antes había sido tan grave como en esta oportunidad.
La familia pide a los familiares, o amigos de personas con el síndrome del espectro autista, que aumenten las medidas de precaución y así evitar que estas cosas ocurran.
Afortunadamente este caso tuvo un final feliz, pero es importante no escatimar en medidas de prevención. Compártelo.