La organización sin ánimo de lucro Moeders voor Moeders (Madres para Madres, en neerlandés) creó un sistema donde las madres pueden dejar a sus bebés sin exponerlos a la calle directamente.
Este sistema, aceptado por unos y odiado por otros, recientemente recibió a un bebé en Amberes, Bélgica, siendo el primer bebé después de que el buzón estuviera vacío durante dos años.
El sistema fue creado hace dos décadas.
El alcalde de la ciudad, Bart De Wever, compartió en las redes una foto en la que se le ve con el recién nacido en brazos, explicando que se siente como “el guardián de este pequeño milagro”. Al respecto el mandatario comentó:
“Hace unos días este bebé fue colocado en el buzón de Madres para Madres… La madre todavía está a tiempo de regresar por él. Ahora soy el guardián de este pequeño milagro. Mis hijas lo llamaron bebé Fiin. Al pequeño no le faltará de nada. Bienvenido nuevo residente de Amberes, eres cariñosamente bienvenido a nuestra ciudad”.
Desde el año 2000 la asociación ha acogido a 19 bebés, la última vez que se dejó a un recién nacido fue a finales del 2018, año en el que se alcanzó la mayor cifra de abandono desde su creación, un total de cuatro bebés.
Todo el proceso se hace completamente anónimo, la organización no sabe de dónde procede cada bebé a menos que la madre se ponga con contacto con Moeders voor Moeders. Si la madre lo desea puede dejar alguna pieza o dato junto al bebé para ser identificada más adelante.
Alemania y Suiza también están implementando buzones para abandonar bebés.
Los buzones para abandonar bebés funcionan como un pequeño cuarto de un hospital que tiene una ventana que da a la calle, solo se abre desde afuera. Esta ventana da a una cuna climatizada y vigilada por una cámara de seguridad.
La persona que realiza la entrega no queda registrada en el vídeo. Cuando alguien abre la ventana se activa una alarma en la unidad de cuidados intensivos y emergencia avisando al personal que está siendo depositado un bebé.
La asociación se hace cargo del bebé durante unas semanas hasta que se inicien los trámites de adopción. El pequeño Finn es el primer bebé desde el 2019, pese a todas las adversidades confiamos que tendrá todo lo necesario para que crezca sano y fuerte. Ojalá sea adoptado por una familia que le de todo el amor que se merece.
Esta historia ha dado mucho de qué hablar, compártela en tus redes y déjanos saber tu opinión sobre este sistema de acogida.