Desde que la pandemia por el coronavirus apareció en los países del mundo, una gran cantidad de familias han tenido que vivir la tragedia de perder a muchos de sus miembros y algunas personas permanecieron inconscientes en las UCI durante largos períodos de tiempo.
Esto último lo vivió una mujer en Brasil, cuando pudo darse cuenta de su realidad no podía creer todo lo que había pasado.
Cristiane dos Reis Duarte es una mujer de 44 años que vive en Porto Alegre, en Rio Grande do Sul y es madre de tres hijos. Los índices de contagios y mortalidad en todo Brasil son realmente alarmantes, y la mujer contrajo COVID-19 y tuvo que ser hospitalizada el 30 de noviembre de 2020 en el Hospital Independência de su ciudad.
A los pocos días su condición se complicó y fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la institución y tuvo que ser intubada.
Los médicos estaban al pendiente de la paciente, al igual que los otros tantos que abarrotaban el hospital, y después de 202 días de estar hospitalizada, de los cuales 175 fueron en la UCI, comenzó a mostrar cierta mejoría.
Salió del hospital en febrero y fue llevada a Divina Providência, donde permaneció hasta que recibió el alta médica el sábado 19 de julio.
Es un milagro que se encuentre con vida a pesar de las dificultades que enfrenta
«Cuando estaba intubada pensé que iba a morir. Estoy muy feliz de haber regresado a casa, pero no fue fácil. Lamentablemente, el COVID-19 deja secuelas. Hoy no camino y no escucho, pero no todo el mundo puede irse de nuevo a casa», dijo la mujer.
La mayor parte del tiempo estuvo tan mal que no tenía la menor idea de la magnitud del peligro que estaba corriendo, ni lo que ocurría a su alrededor. Lamentablemente, la hermana de Cristiane también tuvo la enfermedad, pero a pesar de todos los esfuerzos médicos perdió la batalla y falleció dejando a su familia enlutada.
Su hermana falleció mientras estaba hospitalizada
«Abrir los ojos y descubrir que estás vivo es extraordinario, es sensacional. Yo renací. Hoy, la ausencia de mi hermana, víctima de COVID-19, me da fuerzas», agregó Cristiane.
Aunque en la actualidad la tasa de hospitalizaciones en las UCI ha disminuido, eso no significa que se deba bajar la guardia, la entrada de la cepa Delta se ha convertido en una amenaza latente.
Se trata de una nueva variante más contagiosa y la población debe aumentar los cuidados del caso. A pesar de la vacunación que reduce los síntomas graves de la enfermedad, las medidas de prevención para prevenir la propagación del virus deben mantenerse.
Por fortuna Cristiane está cada vez mejor, para ella lo peor ya pasó y tiene suficientes motivos para estar agradecida con la vida. Su experiencia nos deja una valiosa lección y nos advierte la importancia de cuidarnos a nosotros y a nuestros seres queridos.
Recuerda que es responsabilidad de todos cumplir las medidas sanitarias de prevención para evitar más contagios, la lucha contra la pandemia no ha terminado y es compromiso de todos hacerle frente.