La realidad para muchos niños es completamente diferente, algunos más vulnerables viven en hogares violentos con padres que lejos de ser sus súper héroes, se convierten en el villano de su historia. Algunos logran ser rescatados y terminan en bienestar familiar con la esperanza de ser adoptados y poder disfrutar de una verdadera familia.
Esta es la historia de Jaiden Samuel y Eddie Jadiel, dos niños que hoy disfrutan del verdadero amor de padre gracias a un hombre soltero que se animó a darles una segunda oportunidad.
El padre y los niños viven en Puerto Rico.
Luis Fernando tenía 38 años cuando en el 2015 tomó la decisión de adoptar, para entonces, los niños solo tenían 4 y 6 años de edad y estaban bajo la custodia del Departamento de la Familia (DF). Al recordar su proceso Luis Fernando cuenta:
“Todo comenzó porque yo trabajaba en una escuela en Vega Baja, y había este niño bien travieso, pero a mí me respetaba. Y cuando voy donde la trabajadora social a preguntarle la historia del niño, que era un niño del Departamento de la Familia, ella me dice, ‘¿por qué, lo quieres adoptar?’”
La interrogante hizo tanto ruido en el pensamiento de Luis Fernando que no dudó en averiguar sobre el proceso de adopción.
Aunque ya muchos le habían comentado que era un proceso complicado, se encontró con algo muy diferente.
“Un 23 de febrero yo empecé a llenar papeles, y ya en noviembre de ese mismo años los conozco a ellos. Esas mismas navidades, el 22 de diciembre, fue nuestra primera Navidad juntos. Para esa fecha estaban ubicados en mi casa viviendo conmigo”.
El padre destacó que para el momento del trámite de la adopción los niños aún estaban bajo la custodia de sus padres, por lo que tuvo que esperar para que fueran liberados legalmente y poder adoptarlos.
Narró que al principio nunca imaginó que adoptaría a dos niños, pero al recibir la llamada donde le informaron que había un niño listo para la adopción le dijeron que tenía un hermano. Por supuesto, no quería separarlos así que decidió adoptar a ambos.
Los tres son fanáticos de los superhéroes.
El día que fue a conocerlos Luis llevó algo que él llama “maleta mágica”, llena de juguetes, colores, rompecabezas, todo lo necesario para poder pasar el día con ellos.
Afortunadamente, el vínculo entre los tres se dio sin presión alguna y poco a poco los niños comprendieron que su vida cambiaria para siempre. Uno de los niños, Eddie dijo:
“Me siento muy bien. Ahora que tengo familia me siento mucho mejor, porque en la otra casa me maltrataban. Estoy contento con mi papá y mi familia”.
Su hermano, Jaiden, agregó:
“Estoy súper contento y feliz. Porque cuando yo estaba en las otras casas lo único que hacían era dejarme en el cuarto, ni jugar ni nada. Entonces cuando llegué acá me sentí muy contento. Desde el primer día me que quise quedar, he estado muy feliz. Y con mi familia también”.
Si bien Luis Fernando ha tenido momentos difíciles desde quedarse sin empleo, y no contar con el apoyo de muchos de sus amigos, ha logrado salir adelante.
Hoy día le va muy bien vendiendo calentadores y otros productos, lo mejor de todo, es que sus hijos le sestan siguiendo sus pasos como pequeños empresarios.
“Yo no me arrepiento en ningún momento. Yo antes andaba solo, y ahora, para todos lados con ellos. Son tantos momentos de felicidad que me han brindado ellos dos, que la adopción, te puedo decir, que es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Todo aquel que quiera adoptar, que esté indeciso, hágalo. Hágalo, porque no solamente uno tiene la felicidad de la vida cuando uno tiene un hijo, sino que uno le va a dar la felicidad a ellos, le va a dar esa casa, ese hogar que ellos necesitan, esa ayuda emocional que tanto necesitan. Así que tome la decisión y hágalo”.
Todos los niños del mundo tienen derecho a un hogar donde reine el amor y el respeto. Nos alegra saber que este par de hermanos están disfrutando de la familia amorosa que tanto soñaban.
Nunca olvidemos que la sangre nos hace parientes pero el verdadero amor es lo que nos hace familia.