Una pareja tuvo que esperar 20 años para demostrarle al destino que su amor era verdadero. La historia que hay detrás realmente emociona y parece sacada de una película.
Cuando dos personas están predestinadas para estar al lado de la otra, nada ni nadie puede evitar que en algún momento se junten.
Eso quedó más que comprobado en Brasil, después de dos décadas sin saber el uno del otro. Se trata de una pareja que se reencontró de la manera menos esperada.
Su amor no se acabó a pesar de los 20 años que pasaron sin verse
Todo comenzó en la ciudad de Teresina, capital del estado de Piauí, donde Joselita Saboia, una mujer de unos 30 años en ese entonces y madre de dos hijos, había abierto un restaurante.
Cuando terminó la relación con el padre de sus pequeños pensó que no volvería a enamorarse, pero al lugar llegó un camionero de Rio de Janeiro, de nombre Jehová Gusmão, y de inmediato la flechó. El amor a primera vista fue un hecho.
“Vino a Piauí a entregar materiales y acabó pasando por mi restaurante de carnes. Fue amor a primera vista. Siempre venía, y este amor lo vivimos unos meses”, recordó la mujer.
Una tierna fotografía de aquella época revela el profundo amor que los unía
Jehová visitaba a Josy, como llamaban a Joselita, cada vez que le tocaba pasar por Teresina. Los 2.500 kilómetros que los separaban dificultaban los encuentros, no podían verse con frecuencia, pero ellos ponían todo de su parte para mantener la relación.
Por desgracia, el restaurante comenzó a presentar problemas financieros y tuvo que cerrarlo.
Ya no tenía forma de ver a su amado, pero su amor por él se mantenía intacto con el pasar del tiempo. El hombre estaba francamente preocupado y con el corazón deshecho sin saber nada de su amor. No tenía idea de cómo ubicarla, y se le ocurrió buscarla en las redes sociales. Finalmente, después de tantos intentos pudo encontrar el ansiado perfil de su alma gemela.
Luchó por encontrarla y no se daría por vencido
“Logré ubicarla, le escribí y ella me contestó. No lo podía creer, pasé demasiadas noches soñando con ella, preguntándome qué sería de su vida y si tendría alguna vez la oportunidad de volver a verla”, afirmó el eterno enamorado.
Ninguno de los dos estaba casado ni tenían relación de pareja con nadie, así que no había el menor obstáculo que les impidiera intentarlo de nuevo.
Se pusieron de acuerdo para encontrarse el siguiente sábado, día que se celebra la fiesta de San Antonio de Padua, lo que equivale en Brasil, al Día de San Valentín.
El encuentro fue lo más emotivo e increíble. Comprobaron que se seguían amando como la primera vez que se encontraron en el camino de la vida.
Una segunda fotografía en el mismo lugar reveló que su amor podía superar todas las pruebas
“Estoy muy feliz y emocionada, porque siempre lo he estado esperando, nunca lo he olvidado. Siempre fue el amor de mi vida. Cuando llegó su mensaje, incluso me emocioné, porque yo también lo estuve buscando siempre”, expresó Joselita realmente emocionada.
El encuentro probó que los sentimientos estaban vivos e intensos como en los viejos tiempos, ya solamente desean compartir lo que les quede de vida juntos.
No quieren perder un minuto más, ya fue suficiente con veinte largos años, de aquí en adelante se dedicarán a disfrutar de su amor, ese amor que se quedó en pausa y que finalmente pueden compartir juntos.
Esperan mantenerse juntos de ahora en adelante, hasta que la muerte los separe si así les premia el destino
No hay nada que hacer que cuando el amor es verdadero, no hay distancia ni tiempo que valga. ¡Qué hermosa historia de amor!