Un profesor creó un inodoro que logra transformar los desechos en biogás, un combustible generado de forma natural. Su creación es un grandioso aporte para el medio ambiente.
La forma en la muchas veces los consumidores utilizamos los recursos naturales, actualmente está generando grandes cantidades de desechos humanos, que llenan excesivamente los vertederos locales. De ahí que un preocupado científico diseñara un inodoro generador de biogás.
No obstante, como todos sabemos, este no es un problema de un solo país, sino una amenaza tanto para los humanos como para el medio ambiente. Para enfrentar la crisis, Cho Jae-weon, científico coreano, se hizo presente con un novedoso invento.
Se trata de un aparato que el propio profesor asiático bautizó con el nombre de BeeVi, un inodoro capaz de transformar los desechos naturales del cuerpo humano en biogás. En conjunto, serían capaces de producir la energía necesaria para satisfacer los requerimientos de servicio de gas de un edificio completo.
El nuevo invento de Jae-won, profesor de Instituto de Ciencia y Tecnología de Ulsan, en Corea, se encuentra además equipado con una bomba de vacío que envía los desperdicios hacia un tanque ubicado en el subsuelo. Se trata de una manera bastante creativa e interesante de reutilizar los residuos humanos.
“Este es Cho Jae-won el científico del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnológica de Ulsan (UNIST), quien es el responsable de este invento que pretende utilizar los desechos humanos de una forma muy novedosa”, se lee en el pie de foto de la publicación en redes sociales que muestra al profesor coreano.
El proceso de transformación de los desechos orgánicos es el siguiente: una vez que los residuos se encuentran alojados en el tanque, los microorganismos lo convierten en gas metano de manera natural.
Entonces, el producto gasífero se transforma en energía que puede ser utilizada para cocinar en una estufa de gas, o cocer cualquier alimento en una caldera llena con agua caliente.
Según los resultados arrojados de la investigación del proyecto llevado a cabo por Cho, un solo individuo genera en promedio unos 500 gramos de desechos al día. Ahora, gracias a este inodoro inteligente, es posible convertir esta cifra en gas metano, incluso capaz de mover un coche por una distancia de 1,2 kilómetros.
“Si pensamos fuera de la caja, los desechos humanos tienen un valor precioso para generar energía. He puesto este valor en circulación ecológica”, sonríe el científico surcoreano.
Pero, además, la iniciativa del científico viene acompañada de una moneda virtual que él mismo promociona llamada Ggool, cuya obtención que se gana utilizando el inodoro BeeVi.
Este tipo de dinero virtual es aceptado y se puede cambiar por libros dentro del campus del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología, o incluso por alimentos y víveres en varios establecimientos previamente escogidos y ubicados en la ciudad de Ulsan, Corea.
Transformar los desechos humanos en una forma de energía tan útil ha resuelto dos problemas esenciales: ha reducido la dependencia de los combustibles fósiles, que dejan una gran huella de carbono, así como el tamaño de los vertederos.
En otras latitudes también se han hecho grandes esfuerzos por hacer de la energía una más sustentable. Según se desprende de algunos registros, al menos el 10 por ciento de la demanda de gasolina en los Estados se satisface con maíz.
Por otra parte, casi 468 millones de toneladas métricas de la basura depositada en Norteamérica se utiliza para producir 47 mil millones de litros de etanol. Además, los plásticos, la madera, los textiles y otros desperdicios, al igual que en Corea, se gasifican con agua y catalizadores para uso químico.
Usar los desechos para generar energía puede lograr un cambio en el mundo. Un cambio hacia una cultura que toma el rumbo hacia el objetivo deseado. Afortunadamente, existen países que realizan grandes esfuerzos en esta área, en beneficio de la vida en el planeta.