Una madre siempre querrá lo mejor para sus hijos. Pero, a veces no siempre los sueños que ellos persiguen son lo que realmente les conviene. ¿Hasta qué punto una madre debe respetar sus decisiones?
Esta es la historia de Alex Fincher, una joven de 27 años, y su pareja, Ryan John, de 25 años, ambos con S7ndrome de Down.
En un principio, la madre de Alex, Maria Ficnher, aprobó feliz su relación y su matrimonio.
Y es que, Alex y Ryan eran de esas parejas que parecían predestinadas a estar juntas. Se conocieron desde niños, vivieron momentos realmente maravillosos, y escribieron la más romántica historia de amor, que parecía sacada de una película.
La relación se fue fortaleciendo con el paso del tiempo y todo llegó a su culmen cuando Ryan decidió proponerle matrimonio a su querida novia.
En el vídeo a continuación puedes ver detalles de su linda historia de amor:
Con el apoyo de ambas familias y amigos, Ryan y Alex estuvieron comprometidos por dos años hasta que llegó el gran día de la boda.
Celebraron ese tan esperado día siendo bendecidos por la alegría de amarse profundamente y contando con el beneplácito de sus padres y seres queridos. ¡Qué más podían pedir!
Pero, pasado un tiempo, todo se torció cuando la pareja confesó su deseo de convertirse en padres. Fue entonces cuando la madre de Alex reaccionó de la peor manera.
La madre se opuso rotundamente a que Alex decidiera tener hijos con su esposo
Si bien la mujer amaba con todo su corazón a su yerno, y realmente quería lo mejor para su hija, no podía concebir la sola idea de que ellos quisieran tener bebés.
En el fondo sabía que su hija, por su condición especial de haber nacido con «un cromosoma extra», como se conoce al S7ndrome de Down, no viviría muchos años. Por lo que, Maria pensó que ella y su marido Glen, prácticamente tendrían que hacerse cargo de sus nietos.
La madre de Alex sacó su verdadera cara al enterarse de que la pareja deseaba tener hijos y no tuvo reparo alguno de decirlo en una entrevista en Australia:
“No hay forma de que Alex y Ryan tengan hijos. Sería mejor que tuvieran un perro“, dijo la mujer causando gran polémica con sus declaraciones.
“Dependería de Glen y de mí criarlos y estamos envejeciendo. Simplemente no podríamos criar a otro niño. No deberían tenerlos bajo ninguna circunstancia”, sentenció rotundamente.
La directora del grupo de discapacidad Queensland Advocacy Incorporated, Michelle O’Flynn, rechazó totalmente sus palabras y dijo:
“En primer lugar, las personas con discapacidad y las personas con S7ndrome de Down tienen los mismos derechos a la integridad física, a la familia y a las relaciones que cualquiera de nosotros, y no es decisión de los padres”.
O’Flynn, de 63 años, cuya hija de 31 años tiene una discapacidad intelectual severa, dijo que era un «error asumir que los abuelos soportarían la carga de la crianza de los nietos cuando había redes de apoyo y el Plan Nacional de Seguro de Discapacidad».
Las estadísticas reportan que las mujeres con S7ndrome de Down tienen entre un 35 y un 50 por ciento de posibilidades de tener un bebé con su misma condición. Y la tasa de esperanza de vida para este tipo de afección ronda sobre los 60 años vs los 83 años para el resto de la población australiana.
Las duras palabras de Maria fueron comprendidas y aplaudidas por algunos, pero también criticadas por otros.
«Si pensamos en la calidad de vida de un futuro bebé, no creo que los padres tengan la capacidad intelectual de afrontarla. Pueden darles mucho amor pero no todos los cuidados necesarios, y los abuelos no son la solución», dijo una internauta.
«Ellos son un matrimonio y si tienen la bendición de tener un hijo, creo que serán mejores padres que muchos normalitos que ni se ocupan de sus hijos», sentenció otro usuario.
Déjanos saber en los comentarios de qué lado estás. ¿Crees que la mujer tiene razón de oponerse a que su hija cumpla su deseo de ser madre?