Los concursos de belleza causan gran expectativa a nivel mundial, así como polémica. Uno de los más reconocidos y de mayor impacto es sin duda Miss Universo. Pero, no es el único certamen que existe.
El pasado 23 de abril, en Panamá tuvo lugar por primera vez en la historia otro concurso muy importante, el Miss Indigenous Universe (Miss Universo Indígena). Un reinado que ha llegado para romper todos los estereotipos de los moldes de belleza impuestos por la sociedad.
Ha sido la mexicana Silvia Jim, la orgullosa ganadora de la corona a Miss Universo Indígena 2022
El concurso recibió miles de solicitudes de mujeres indígenas que soñaban con poder representar con orgullo su raza y sus ancestros.
La pasarela estuvo engalanada no solo por la belleza genuina, auténtica y «sin retoques», de sus participantes, sino sobre todo por el profundo interés de las candidatas en ayudar a sus comunidades, tan marginadas.
«Nuestra mexicana Silvia Jim representó con orgullo y honor a nuestra diversidad cultural milenaria de nuestro país y del mundo», fue la felicitación que recibió Silvia por parte del certamen, en Instagram.
La nueva Miss Indigenous Universe es originaria de la comunidad Amuzga de Zacualpan, municipio de Ometepec, Guerrero. Ella explicó que durante su niñez sufrió de mucha pobreza, hambre y discriminación por sus raíces; sin embargo, eso no la detuvo para perseguir su sueño de algún día ser una modelo.
A sus 14 años, comenzó su carrera de modelo, mientras buscaba el modo de participar en algunos certámenes de belleza. Eso tampoco le impidió progresar y auto realizarse, ya que si algo tenía claro en la vida, era la necesidad de cultivar todos sus talentos. Estudió la universidad, obtuvo una licenciatura y se convirtió en una gran portavoz abogando por los derechos indígenas en la ONU.
Silvia también fue Miss Indígena Amuzga de Guerrero y Oaxaca y Miss Indígena Universo México.
En los numerosos mensajes en sus redes, y los discursos que ha dirigido hasta el momento, siempre anima a las jóvenes como ella, a perseguir sus sueños hasta las últimas consecuencias, y a no rendirse jamás, por grandes que sean las adversidades.
Silvia se siente privilegiada al haber conseguido con este título que su amada nación mexicana tenga mayor visibilidad en el extranjero, además de recuperar las raíces milenarias y su identidad ancestral, de la que se siente tan orgullosa.
Pero, no deja de recalcar que la comunidad indígena ha sufrido demasiado rechazo durante mucho tiempo, y hace un llamado a seguir trabajando en la inclusión.
“Las mujeres indígenas conservamos tradiciones, gastronomía, fiestas, cosmovisión. Espero que México nos abra la oportunidad, que haya más sensibilidad, empatía y que se modifiquen las reglas. Que se incluya a la mujer indígena y que ella también salga a exaltar su cultura. Viva México en la piel», expresó con firmeza.
Como ejemplo, ella asistió a la Marcha del Orgullo LGBT+ 2022 en la Ciudad de México, en donde portó ropas típicas de su pueblo y una elegante corona. Ahí aprovechó para enviar un contundente mensaje:
«No a la discriminación, no al clasismo, no al racismo, no a la xenofobia», fue parte de su alegato.
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Silvia, siendo la primera embajadora de la belleza indígena y la primera vocera de la diversidad cultural milenaria mexicana, ha causado un gran revuelo en las redes sociales del mundo entero.
Especialmente porque la sociedad está acostumbrada a ver en este tipo de concursos mujeres llenas de cirugías, retoques y totalmente maquilladas, al punto que ya no se sabe realmente cómo son al natural.
Es por eso que esta mujer indígena orgullosa de sus raíces está causando furor. Desde que ella ha difundido imágenes reales suyas, sin nada de maquillaje, los comentarios no paran.
Sobre todo porque al compararlas con las imágenes de algunas sesiones de fotos que le han hecho, realmente parece otra. Y tristemente, los comentarios negativos no han tardado en llegar.
«Como casi todas las «Miss», no se sabe si es guapa o fea, solo se sabe que los maquilladores saben dibujar caras más o menos bien hechas. Si es un concurso de belleza debería ser obligatorio participar sin maquillaje para saber cómo son en realidad», dijo un internauta.
«Se supone que es un concurso de belleza, hace rato que los parámetros de belleza están muy distorsionados», «Debe ser muy inteligente, ¿porque bellla?», «Con perdón pero no es muy agraciada para ser Miss Universo», fueron otros comentarios de las típicas personas que solo juzgan el físico.
Pero, Silvia solo tiene un poderoso mensaje que da la vuelta al mundo:
«Soy la mujer real, humilde que vive la pobreza extrema en su comunidad, pero nunca se rinde de su sueño, no se avergüenza de dónde nació y siempre ha demostrado el valor simbólico y cultural de sus raíces milenarias».
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Le enviamos los mejores deseos a esta grandiosa mujer que está dejando tan en alto a todo el género femenino, a sus raíces, su país y su cultura, dando la mejor de las lecciones.