El anuncio del nacimiento de la pequeña Ana Sandra Lequio Obregón ha despertado un mar de emociones en el mundo entero. Ana Obregón ha confirmado que su niña no es su hija, sino su nieta, concebida a través de un vientre subrogado, cumpliendo con el último deseo de su difunto hijo Aless.
A sus 68 años, la actriz española, tras 3 largos años de luto profundo, ha vuelto a sonreír, a sostener en brazos con todas sus fuerzas ese inocente rayo de luz y de vida.
Su bellísima Anita, a quien orgullosamente ha presentado al mundo, es mucho más de lo que pudo soñar. No solo que realmente tiene una carita preciosa y se parece físicamente a su amado Aless, es volver a revivir tantos recuerdos, es poder abrazar a su nieta y con ella, a su hijo que la mira agradecido desde el cielo, por haber hecho tanto por él en la tierra.
Ana Obregón y su nieta Ana Sandra
Ana Obregón y su hijo Aless fallecido, padre de Ana Sandra
Tras la ola de cuestionamientos por su supuesta avanzada edad para hacerse cargo de una criatura, finalmente Ana ha roto su silencio.
Ana Obregón revela detalles sobre el número de hijos que quiso tener Aless y causa revuelo
Si bien, la cuestionada decisión de Ana de cumplir el sueño de su hijo Aless de convertirse en padre póstumamente, es algo profundamente conmovedor, deja algunos cabos sueltos.
Legalmente, la pequeña Ana Sandra es la hija adoptiva de Ana Obregón, que nació el 20 de marzo en Miami. Al respecto, la actriz aclaró: “Esta niña no es mi hija, sino mi nieta. Es hija de Aless y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe, para que sepa quién es y lo orgullosa que tiene que estar de él”.
Así que, Ana Obregón legalmente es su madre, aunque por lazos de sangre sea su abuela paterna. Lo hizo así porque Aless, una semana antes de morir habría manifestado ese deseo explícito a sus padres de dejar descendencia.
Y, en palabras de Ana: «Si el testamento y la última voluntad de mi hijo era eso, ¿Cómo no lo iba a hacer? Si yo le juré que lo iba a salvar y no pude salvarlo, ¿Cómo no voy a hacer lo que él quería que hiciera? Nadie en el mundo puede poner en duda que cuando una madre entierra a su hijo tiene que cumplir su última voluntad.»
Del mismo modo, lo escribió en una reciente publicación en Instagram, que toca la fibra más sensible de muchos:
«Te juré que te salvaría del c4ncer y te fallé. Te prometí que traería a tu hija al mundo y aquí la tengo entre mis brazos».
Ana se sentía en esa deuda eterna con su hijo. Un sueño que no fue fácil que se materializara, pues al parecer, el que Ana Sandra esté en sus brazos requirió un proceso largo con varios intentos y fracasos, hasta que finalmente llegó la luz a su vida.
Y, por esa misma razón, ha sorprendido con nuevas declaraciones al ser preguntada si no le hubiese gustado que sea niño.
“Hombre, me hubiera gustado también niño, pero, ¿quién sabe?, mi hijo quería tener cinco hijos, así que a lo mejor el niño también llega algún día”, dijo Ana, sin cerrar las puertas a una nueva maternidad.
Se sabía que a Aless le habían ofrecido congelar su esperma cuando empezó a someterse a la quimioterapia que podría comprometer su fertilidad futura.
Así que, desde que su hijo partió, Ana ha dicho que «lo único que me ha permitido seguir viviendo cada día, cada segundo, es cumplir la misión de traer al mundo a una hija de Aless”.
Ahora que ese sueño se ha cumplido, no se cierra a volverlo a hacer de nuevo. Tiene metido en el fondo de su alma haberle fallado a su hijo por no haber podido salvarlo del c4ncer, y el que Aless pueda ser padre de un niño, aunque sea de manera póstuma, es algo que sí está en sus manos.
Ana ahora es aplaudida por su tesón y valentía. Solo quien ha enterrado un hijo es capaz de empatizar con su dolor y lo que ha hecho.