Un niño fue visto descalzo y con el uniforme incompleto, pero con mucho entusiasmo por iniciar las actividades escolares. El emotivo evento tuvo lugar en el distrito de Puinahua, Perú.
La educación es un derecho fundamental de los seres humanos, un pilar importante en la formación académico-moral para reducir el analfabetismo y la pobreza. Todos los países invierten en educación, sin embargo esos esfuerzos no siempre son suficientes para suplir las carencias de cada niño.
Niño es elogiado por asistir a clase pese a no tener zapatos ni uniforme.
Un ejemplo de ello, es el caso de Armando, un niño de 9 años que con ilusión iniciaba su cuarto año de escuela primaria. Como es costumbre cada primer día de clase los niños llegan a las instituciones educativas repletos de emoción y expectativa por lo que va ocurrir. Sin embargo, en esta oportunidad, el niño haría algo inesperado.
Mientras todos los niños se organizaban, Armando se pone delante de su fila, sin darle importancia al hecho de que estaba descalzo, y que no tenía el pantalón correspondiente a su uniforme. El niño sólo quería empezar sus clases con alegría, sin percatarse que estaba siendo el blanco de las miradas de compañeros y docentes.
Alguno de los asistentes al percibir la escena, decide fotografiar el momento y subir las imágenes a las redes sociales. El evento rápidamente se hace viral:
“El niño que va descalzo al colegio”.
Este eslogan se vuelve centro de opiniones entre los internautas, quienes conmovidos por la situación inician una campaña para conocer más sobre la situación del niño. De este modo, localizan a la Escuela en Huacrachiro, distrito de Puinahua, Requena, Loreto en Perú.
Christyan Ricopa, profesor de la institución aporta detalles que dejarían a los usuarios de las redes sociales aún más conmocionados. El docente expone que el niño vive en extrema pobreza y presenta dificultades en el aprendizaje y en el habla.
Así mismo, señaló que los padres de niño, Clara Sandoval y Armando Ocumbe, de 38 y 60 años respectivamente, tienen 3 hijos más, por lo que se les dificultad cubrir las necesidades básicas de los menores. Un panorama bastante triste, pero cada vez más común en países subdesarrollados.
En consonancia con la ola viral, el niño empezó a recibir centenares de palabras alentadores: “Eso es ser valiente y con ganas de ser alguien en la vida. Muchas bendiciones para este campeón”. “Nunca dejes de luchar. Tendrás éxito. Tienes grande el corazón”. “Nuestro respeto para él felicidades, él quiere aprender”.
De igual manera, las redes sociales se llenaron de personas con deseos de realizar donativos para el niño:
“Excelente campeón, algún samaritano de buen corazón que le regale un par de zapatos vamos con todo pueblo, ¿Quién dice yo?”.
El activista social Jorge Alvarado, lideró la campaña, siendo dirigente de “La Casa de la Solidaridad”. La iniciativa tenía como objetivo recolectar vestimenta y útiles escolares, no sólo para Armando sino para cientos de niños en Huacrachiro que se encuentran en la misma condición.
Armando con su acto de gallardía, sin buscarlo, logró conmover el corazón de los internautas, quienes no han dudado en realizar diversos donativos para el niño. “La Casa de la Solidaridad” ha sido la encargada de recolectar y distribuir la ayuda para Armando y sus compañeritos de escuela.
A través de un vídeo que circula por las redes sociales, se aprecia la alegría de los niños al recibir zapatos, pantalones, cuadernos, mochilas y lápices. Sin embargo, no es suficiente:
“Su casa rústica está cerca de la zona petrolera, el nivel de pobreza es muy alto y su alimentación es a base de yuca y plátano”, señaló Jorge Alvarado al referirse a Armando.
Por ende, el activista social insta a seguir el caso del niño. Se espera que gracias al apoyo de muchas personas, el niño pueda recibir más donativos que le permitan una mejor calidad de vida.
“Él tiene discapacidad mental, pero le sobran las ganas para aprender”, agregó Alvarado.
Ésta sin duda, es una de las obras benéficas más comentada y emotiva de los últimos meses.
La historia de éste valiente niño ha servido para ponerle rostro a los millones de infantes que padecen las mismas vicisitudes. La pobreza extrema cada vez se hace más común y siempre son los niños los más desfavorecidos; sobre los cuales recaen las consecuencias más viles.