Zion es un pequeño y vibrante niño, de ahora 10 años, que fue bendecido con el primer trasplante bilateral de manos. Hay quienes no creen en los milagros, pero la ciencia y la habilidad de los médicos que trataron las manos a Zion nos demuestran que los milagros no son mera superstición y envuelven el mundo con su magia.
Este pequeño es reconocido como el primer niño del mundo en recibir un doble trasplante de mano. Pero su historia continúa, y en contra de todos los pronósticos, ahora el niño que de pequeño perdió todas sus extremidades, por una lamentable infección, ahora mueve el bate de béisbol y lo hace bastante bien.
Ya se han cumplido dos años del milagroso día en que Zion recibió sus nuevas manos, y sus médicos dicen que están asombrados e increíblemente orgullosos de su progreso.
Aunque sus manos provienen de un donante, su cerebro las ha aceptado como propias, y lo corroboran las pruebas médicas. Según los doctores uno de los mayores temores era que su cerebro no enviara las órdenes adecuadas a las manos trasplantadas.
De acuerdo a las declaraciones del médico cirujano, era una tarea complicada, ya que el cerebro de Zion nunca había enviado esa orden y se tenía que acostumbrar a ello.
La Dra. Sandra Amaral, miembro del equipo de tratamiento de Zion en el Children’s Hospital de Filadelfia, dijo que Zion les sigue sorprendiendo con progresos significativos. «Él es capaz de balancear un bate con mucha más coordinación, y puede escribir su nombre con toda claridad. Su sensación sigue mejorando, es increíble».
Ahora puede acariciar la mejilla de su madre y sentirla. Cuando le preguntaron a Zion sobre qué era lo que más agradecía de tener sus nuevas manos, respondió: «Poder dar un abrazo completo y fuerte a mi mami».
Sin duda, un pequeño que no solo se ha convertido único en el mundo por el milagro de lo que han obrado los médicos en sus manos, sino por su carisma y ternura, con los que ha conmovido a miles de personas.
Su madre, emocionada, ha reconocido:
No hubo un solo día del tratamiento de recuperación en el que Zion haya llorado o haya dicho » no quiero hacer la terapia».
El Dr. Amaral dijo que había pruebas de que su cerebro había vuelto a conectar para tener en cuenta sus nuevas manos. Existen numerosas publicaciones sobre el caso de Zion, tanto en la web del Hospital como en revistas especializadas médicas, ya que es el único caso y sus progresos han sido excelentes.
Zion es un pequeño sencillo, emotivo y con unas ganas de lucha y superación increíbles. Habla de su problema con mucha naturalidad y dice que cuando tenía 2 años, porque estuvo enfermo, le tuvieron que cortar sus manos y pies.
El pequeño tenía sepsis, una infección potencialmente mortal. Los médicos le quitaron ambas manos desde la muñeca, y sus piernas debajo de la rodilla porque estaban infectando todo su organismo. Sus riñones también fallaron y le tuvieron que realizar también un trasplante, el riñón fue donado por su madre, Pattie Ray.
Reconoce que a partir del trasplante de manos en él no ha cambiado nada, que sus amigos ya saben cómo era él sin manos y que ahora la única diferencia es que tiene manos, pero que él es el mismo. Su testimonio está sirviendo a muchos niños y madres con niños enfermos para recuperar la ilusión y la esperanza.
Zion había estado durante 18 meses de evaluación previa, cuando el equipo médico confiaba en que un doble trasplante de mano podría beneficiarle. Y después vino la espera de un donante del tamaño adecuado, el tono de la piel y la compatibilidad de grupos sanguíneos.
Tres meses después encontraron un donante. Un equipo de 40 miembros del personal médico, entre ellos 10 cirujanos, operó durante toda la noche y hasta las primeras horas de la mañana para adaptar las nuevas manos de Zion.
Dos años después, Zion está bien. En una de las entrevistas, Zion manifestó su deseo por escribirles una carta a los padres del niño del cual recibió sus manos, él piensa que no tenían la obligación de hacerlo y sin embargo lo hicieron.
Aquí puedes ver un vídeo resumen de la historia de Zion
Dos años después, Zion está muy bien, ahora puede escribir, alimentarse y vestirse, así como agarrar un murciélago y promete ser un buen «pitcher» de béisbol en el futuro. Todo esto, sin duda, porque detrás también se ve a una madre valiente, que ha sabido ser el pilar fundamental en todo momento para su hijo.
Se me erizó la piel en algunos momentos y es que la sonrisa de este pequeñito vale cualquier esfuerzo. Comparte esta conmovedora historia con tus amigos.
¿Aún crees en los milagros? ¡Comparte este milagro con todos!