Esta historia es realmente conmovedora, me llegó al alma. ¿Te imaginas conocer a tu madre 77 años después? Parece de película pero es cierto. Ella se llama Minka Disbrow y en el año 1928 fue víctima de algo terrible. Tan solo tenía 16 años cuando a manos de la violencia ella fue abusada sexualmente por tres hombres junto a una amiga cuando fueron asaltadas una tarde en la que hacían un picnic.
Minka quedó embarazada producto de aquella violación y las hijas de granjeros en aquella época no podían enfrentar en desafío que representaba tener hijos fuera del matrimonio. Así que ella, muy valiente, dio a luz en secreto en una casa para adolescentes con casos semejantes un 22 de mayo.
Tuvo que separarse de su bebé, era rubia y con un hoyuelo en la barbilla como el suyo. Le puso por nombre Betty Jane y la dio en adopción. Dice que se arrepintió toda su vida de tomar esa decisión. No podía vivir sin saber de su hija y durante muchos años siguió la pista de ella a través de cartas que enviaba a la agencia de adopción. Supo que la pequeña Betty había sido adoptada por un pastor y su esposa.
Pero finalmente la agencia cambió de dueños y ella perdió la comunicación por completo. Era terrible para Minka no poder tener información alguna de su hija. La vida fue siguiendo su curso, ella contrajo matrimonio con un frutero, que por la guerra se convirtió en piloto y tuvo dos hijos.
Pero cada 22 de mayo ella recordaba que sería el cumpleaños de su tercer hijo: Betty Jane. Sin imaginarse que ella estaba haciendo su vida, pero con el nombre de Ruth Lee. Los años pasaron, Minka cada día oraba para reencontrarse con su hija, “Señor me gustaría ver a Betty Jane antes de morir. Te prometo no molestarla o interrumpir su vida. Solo quiero poner los ojos en ella”. Esa era su petición. Minka casi cumpliría 95 años y a pesar de mantener su esperanza, nunca se imaginó que fuera posible ese encuentro.
Mientras tanto, Betty rondaba los 70 años y comenzó a desarrollar problemas cardíacos. Quiso conocer su historial genético y buscar a su madre biológica.
No la pudo encontrar ella, pero sí uno de sus seis nietos, que navegando en internet tuvo un palpito y llamó al apartamento de California donde vive su abuela. La encontró viva y con muchas ganas de encontrarse con su familia perdida.
Así fue como Minka, de 94 años, pudo abrazar de nuevo a su hija ¡Es muy conmovedor! Conoció a sus seis nietos, entre los que hay incluso un astronauta, Mark Lee, que ha rodeado la Tierra 517 veces ¡Asombroso! ¿Quién dijo que los milagros no existen?
Es el reencuentro más emotivo que he visto, no se puede describir con palabras. Una de las nietas de Minka, Cathy,contará esta increíble historia en un libro que en sus páginas tendrá un relato de amor inolvidable y para siempre.
Es una historia realmente conmovedora
En su libro relata su experiencia de vida
Newsner
El libro se llama “The Waiting”, y puedes conocer más información aquí.
Esta inspiradora historia vale la pena compartirla con todos tus amigos, es una muestra de fe y esperanza.